Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El reciente informe elaborado por un comité de 50 expertos designado por el Gobierno destaca la necesidad imperante de regular el uso de dispositivos digitales por parte de los menores en España. Con una extensión de casi 250 páginas, el documento presenta un análisis exhaustivo del impacto que las tecnologías pueden tener en los niños y adolescentes, sugiriendo medidas que buscan proteger su salud física y mental en una era cada vez más digitalizada. Esta iniciativa llega en un momento donde la preocupación por el bienestar de los menores es más relevante que nunca, especialmente en lo que se refiere a su exposición a pantallas y contenidos inapropiados. La principal recomendación del informe es tajante: se sugiere evitar la exposición a dispositivos digitales en niños menores de tres años y limitar su uso hasta los seis. En este sentido, los expertos hacen hincapié en la importancia de promover un desarrollo saludable, sugiriendo que las actividades físicas y el contacto social son fundamentales en las primeras etapas de la vida. Esto refleja un enfoque preventivo que busca garantizar un desarrollo equilibrado y libre de las distracciones que pueden acarrear las tecnologías digitales. Asimismo, el comité aconseja que los adolescentes entre 12 y 16 años prioricen el uso de teléfonos analógicos, limitando el acceso a internet. Esta recomendación pone de manifiesto la creciente preocupación por los efectos nocivos que puede tener la exposición no controlada a las redes sociales y a contenidos que no son apropiados para su edad. La inclusión de herramientas de control parental se considera esencial si se opta por entregar un dispositivo inteligente, lo que subraya la necesidad de que los padres desempeñen un papel activo en la gestión del tiempo de pantalla de sus hijos. Otro punto crucial del informe es la revisión de las aplicaciones educativas. Se propone una eliminación de aquellas que fomentan la gratificación inmediata, lo que pone en tela de juicio la efectividad de ciertos métodos de enseñanza que han encontrado su lugar en el sistema educativo. De hecho, se recomienda que las instituciones educativas establezcan regulaciones claras en su Plan Digital de Centro, priorizando métodos de enseñanza más tradicionales en las etapas más tempranas del aprendizaje. La salud mental de los menores también ocupa un lugar central en las recomendaciones. Los expertos advierten que los trastornos relacionados con el uso excesivo de tecnología deben ser considerados un problema de salud pública. Para ello, se sugiere implementar medidas preventivas que aborden el impacto negativo que la tecnología puede tener en el sueño y la concentración, que son críticos para el desarrollo cognitivo y emocional de los jóvenes. Entre las múltiples iniciativas propuestas, se incluye la creación de planes de formación para las familias, abordando temas como la navegación segura y la importancia de establecer límites en el uso de tecnologías. Esta medida busca empoderar a los padres y cuidadores para que sean capaces de manejar adecuadamente la interacción de los menores con el mundo digital, adaptando su enfoque a las particularidades de cada familia. El informe también resalta la responsabilidad de las empresas tecnológicas, que deberán incluir un etiquetado claro sobre los riesgos asociados al uso de sus dispositivos y aplicaciones. Este etiquetado debe ser accesible y comprensible, buscando alertar a los usuarios sobre los peligros potenciales que pueden enfrentar los menores al utilizar ciertas plataformas y herramientas digitales. Con el objetivo de promover un uso responsable y seguro de la tecnología, se propone que los fabricantes y desarrolladores de software configuren sus productos para maximizar la seguridad de los usuarios menores de edad. Esto incluye evitar prácticas como el seguimiento de datos y la publicidad dirigida, que pueden influir negativamente en los jóvenes y su desarrollo. El informe, que se espera sea validado por el Gobierno en el próximo Consejo de Ministros, representa un paso significativo hacia la creación de un entorno digital más seguro para los menores en España. Las recomendaciones, sustentadas en estudios científicos y en la colaboración de expertos en múltiples disciplinas, buscan sentar las bases para una legislación más robusta que proteja a los niños y adolescentes en un mundo donde la tecnología juega un papel predominante en sus vidas. Este enfoque integral no solo busca mitigar los riesgos asociados al uso de dispositivos digitales, sino también promover un desarrollo saludable que contemple el bienestar físico y mental de los menores. Las medidas propuestas son un llamado a la acción para todos los involucrados: familias, educadores, empresas y el propio Gobierno, en un esfuerzo conjunto para garantizar un futuro más saludable y equilibrado para las próximas generaciones.