El impacto de las sanciones: ¿Puede Rusia resistir la guerra económica global?

El impacto de las sanciones: ¿Puede Rusia resistir la guerra económica global?

El libro "Punishing Putin" de Stephanie Baker analiza cómo Rusia sobrevive sanciones, destacando el apoyo de aliados como China e India y el papel de Dubái.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente publicación del libro "Punishing Putin: Inside the Global Economic War to Bring Down Russia", de Stephanie Baker, ha causado revuelo entre analistas y políticos, quienes se cuestionan cómo es posible que la economía rusa haya logrado mantenerse a flote a pesar de las severas sanciones impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania. A través de un análisis profundo y perspicaz, Baker, periodista veterana de Bloomberg, explora el entramado de relaciones y apoyos que han permitido a Rusia sortear las restricciones económicas y continuar con su ofensiva militar. El libro comienza relatando la incautación del superyate "Amadea", un símbolo del lujo y el poder ruso que fue decomisado por las autoridades estadounidenses. Este evento no solo destaca la opulencia de algunos oligarcas rusos, sino también la resistencia que han mostrado ante los embates de la justicia internacional. Los esfuerzos legales para recuperar la embarcación son un reflejo de la dinámica de evasión que han adoptado muchos ciudadanos rusos ante las sanciones. Baker argumenta que las sanciones impuestas hasta ahora han sido "pocas y tardías". Esta afirmación pone de relieve las críticas hacia la respuesta de Occidente, que muchos consideran insuficiente para provocar un cambio significativo en las acciones del Kremlin. A pesar de estas restricciones, el gobierno ruso ha demostrado una notable capacidad para adaptarse, lo que ha llevado a la autora a concluir que el costo del conflicto se puede mantener a un nivel que muchos países no podrían soportar. Uno de los elementos centrales que Baker destaca en su investigación es el papel crucial de aliados como China e India. La autora explica cómo estos países han intervenido para proporcionar suministros esenciales, como semiconductores y refinados de petróleo, que han permitido a Rusia no solo sostener su economía, sino también continuar con sus operaciones militares en Ucrania. La colaboración entre estos países y Rusia sugiere una red de apoyo que desafía las expectativas de aislamiento económico por parte de Occidente. Además, el libro examina la importancia de Dubái como un centro neurálgico para el comercio ruso, facilitando el flujo de capitales hacia el país en medio de las sanciones. Este hallazgo resalta la complejidad de la guerra económica, donde las acciones de un puñado de gobiernos pueden tener repercusiones globales. Baker también trata una cuestión clave que ha inquietado a muchos analistas: el impacto potencial de excluir a Rusia del mercado petrolero global. La autora plantea que, si bien esto podría ser un golpe devastador para la economía rusa, también podría desencadenar un aumento en los precios del petróleo que desestabilizaría aún más la economía mundial. Este dilema ético y económico pone de manifiesto las limitaciones que enfrentan los países al intentar castigar a Rusia sin sufrir consecuencias colaterales. La incertidumbre geopolítica se agrava aún más cuando se considera el futuro de los 300.000 millones de dólares en activos rusos congelados en Occidente. Baker se pregunta si estos fondos se pueden utilizar para financiar la reconstrucción de Ucrania, una tarea que se estima costará al menos medio billón de dólares. Este dilema ético plantea la cuestión de quién debería cargar con el costo de la invasión rusa y cómo se puede garantizar que aquellos que han sufrido no queden desamparados en la búsqueda de la justicia. Al final, el libro de Stephanie Baker no solo proporciona un análisis crítico de la situación actual, sino que también invita a repensar las estrategias de Occidente en su enfrentamiento con Rusia. La autora sugiere que, en lugar de enviar un contingente simbólico de tropas, es imperativo que se priorice el envío de ayuda militar sustancial a Ucrania para contrarrestar efectivamente los avances rusos. En conclusión, "Punishing Putin" es una obra que no solo documenta las luchas económicas de Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania, sino que también plantea interrogantes fundamentales sobre la efectividad de las sanciones y el papel de la comunidad internacional en la búsqueda de una resolución al conflicto. A medida que la guerra continúa, las respuestas a estas preguntas serán cruciales en la configuración del futuro no solo de Rusia y Ucrania, sino del equilibrio de poder mundial.

Ver todo Lo último en El mundo