España reduce un 70% los diagnósticos de VIH, pero persiste la desigualdad en prevención

España reduce un 70% los diagnósticos de VIH, pero persiste la desigualdad en prevención

España ha reducido un 70% los diagnósticos de VIH desde 2017, pero persisten desafíos como el acceso desigual a tratamientos y el diagnóstico tardío.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 22.03.2025

España ha mostrado un progreso notable en la lucha contra el VIH en los últimos años, logrando una reducción del 70% en los nuevos diagnósticos desde 2017. Sin embargo, según María Velasco, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y secretaria del Grupo de Estudio del Sida (GESIDA), el estancamiento en la disminución de nuevos casos es motivo de preocupación. En 2023, se registraron entre 1.300 y 1.600 nuevas infecciones, lo que indica que, a pesar de los avances, aún queda un largo camino por recorrer. Velasco explica que esta mejora en las cifras se ha logrado gracias a tres pilares fundamentales: la búsqueda activa de personas infectadas, la administración generalizada de tratamientos antirretrovirales que permiten alcanzar la indetectabilidad viral y así evitar la transmisión, y la disponibilidad de herramientas preventivas más allá del uso de preservativos, como la profilaxis preexposición (PrEP). Este último tratamiento ha revolucionado la prevención del VIH, ofreciendo una reducción del riesgo de infección superior al 90% cuando se toma adecuadamente. Sin embargo, el acceso a la PrEP sigue siendo desigual. "Hay colectivos que se ven más afectados, como personas en situaciones de marginalidad, mujeres y migrantes que no tienen información adecuada sobre su existencia o que no logran adherirse al tratamiento", resalta Velasco. Esta desigualdad en el acceso a la prevención es un desafío que debe abordarse para garantizar una lucha más efectiva contra el VIH. Uno de los problemas más preocupantes en la actualidad es el diagnóstico tardío. Casi la mitad de los nuevos diagnósticos se producen cuando las defensas de las personas ya están muy comprometidas o cuando se presentan enfermedades indicadoras de sida. "Es crucial mejorar la detección precoz", enfatiza Velasco, añadiendo que muchos migrantes contraen el virus en España, a menudo debido a la falta de acceso a medidas preventivas y a condiciones sociales que los llevan a prácticas de riesgo. En el ámbito terapéutico, los tratamientos han evolucionado notablemente en las últimas dos décadas. Se ha pasado de regímenes complejos y con efectos adversos a terapias de una sola pastilla diaria, con mínima toxicidad y escasas interacciones. Los inhibidores de integrasa son actualmente los más utilizados por su eficacia. Además, se han introducido tratamientos de liberación prolongada, como una combinación inyectable que se administra cada dos meses, lo que reduce la necesidad de tomar pastillas a diario y, por ende, minimiza el estigma asociado al tratamiento. Velasco menciona que estos tratamientos podrían cambiar la forma en que se aborda la prevención del VIH, especialmente para aquellas personas que enfrentan dificultades para adherirse a las terapias convencionales. La posibilidad de una inyección periódica que proteja casi por completo contra la infección despierta esperanzas en la comunidad médica. Sin embargo, la búsqueda de una cura para el VIH presenta una realidad más compleja. Las vacunas preventivas han fracasado hasta ahora, y los esfuerzos por reducir el reservorio viral mediante terapias de choque no han dado resultados concluyentes. No obstante, hay líneas de investigación que generan expectativa, como el uso de anticuerpos monoclonales y la terapia con células CAR-T, que están siendo exploradas en fases iniciales. Aunque existen algunos casos aislados de curación funcional, como trasplantes de médula ósea en personas con mutaciones genéticas que las hacen resistentes al virus, Velasco aclara que estos son excepciones y no representan una solución a gran escala. La investigación continúa siendo vital para encontrar alternativas viables que puedan ser aplicadas a la población en general. Con respecto a los objetivos de ONUSIDA, que busca eliminar el VIH como problema de salud pública para 2030, Velasco se muestra moderadamente optimista. Con una incidencia de 7 a 8 casos por cada 100.000 habitantes y con una fracción no diagnosticada que se sitúa por debajo del 8%, es posible alcanzar metas más ambiciosas si se siguen implementando de manera efectiva las estrategias actuales. Sin embargo, también advierte sobre los posibles efectos negativos de los recortes en programas de prevención y tratamiento en países con alta prevalencia. "Un aumento en la carga viral en otros países podría repercutir en nuestro control epidemiológico si esas personas migran a España", señala. Por último, la portavoz de SEIMC destaca la importancia de seguir combatiendo el estigma asociado al VIH, que persiste a pesar de los avances científicos logrados. "Es fundamental que la sociedad entienda que el VIH no define a una persona y que todos debemos contribuir a eliminar este estigma".

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