Avances en terapia génica ofrecen esperanza en el tratamiento del alzhéimer

Avances en terapia génica ofrecen esperanza en el tratamiento del alzhéimer

'Podremos recuperar la memoria perdida en el alzhéimer', asegura José María Frade, lidera la investigación con el apoyo de Tetraneuron.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud HACE 14 HORAS

En un audaz y esperanzador evento celebrado esta semana en Madrid, el neurocientífico José María Frade compartió avances revolucionarios en la terapia génica que promete transformar el tratamiento del alzhéimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Frade, investigador del Instituto Cajal (CSIC) y líder de la spin-off Tetraneuron, presentó los resultados preclínicos de una innovación que podría ofrecer una nueva forma de recuperar recuerdos perdidos en pacientes que sufren de deterioro cognitivo.


Durante su presentación, Frade utilizó una poderosa metáfora para explicar el deterioro cerebral asociado con el envejecimiento y el alzhéimer, al compararlo con una oficina de emergencias donde el factor E2F4 actúa como el operador que gestiona las alertas. Según el neurocientífico, cuando este sistema se apaga, las neuronas pierden el control, lo que desata un caos celular que contribuye a la degeneración neuronal. Su terapia génica, denominada E2F4-DN, busca reiniciar ese sistema, devolviendo a las neuronas la capacidad de mantener su homeostasis y detener el deterioro progresivo.


La intervención se basa en un enfoque innovador que utiliza un virus inofensivo como vector para introducir la proteína modificada en las neuronas. Este enfoque no solo busca frenar la enfermedad, sino que ha demostrado poder revertir los efectos del alzhéimer en modelos animales. “En ratones que ya no tenían memoria, hemos observado que, tras tres meses de tratamiento, logran recuperarla”, afirmó Frade, enfatizando que su terapia ha sido capaz de restaurar funciones cognitivas perdidas.


El camino hacia estos avances no ha sido sencillo. La investigación de Frade comenzó hace años, tras descubrir anomalías celulares en retinas de pollo. Con el tiempo, identificó cómo el estrés celular fosforila el factor E2F4, desencadenando un ciclo celular erróneo en neuronas adultas y provocando su degeneración. Este descubrimiento ha abierto una nueva vía en el tratamiento del alzhéimer, alejándose del enfoque tradicional que se centra en reducir las placas beta-amiloides.


Frade destacó que lo realmente innovador de su terapia radica en su enfoque proactivo: “Actuamos desde dentro de la célula, no solo contra los síntomas, sino atacando la causa del problema”. Los resultados en modelos animales de alzhéimer y párkinson han sido prometedores, mostrando no solo una detención de la progresión de la enfermedad, sino también la restauración de conexiones neuronales y la disminución de la neuroinflamación.


Los ensayos realizados en primates no humanos en Pamplona han corroborado estos hallazgos, mostrando resultados positivos sin efectos secundarios, incluso en animales de mayor edad. Este avance, respaldado por el prestigioso neurólogo de Harvard, Álvaro Pascual-Leone, como director médico, se prepara para dar el siguiente gran paso: el primer ensayo clínico en humanos, programado para 2026.


Frade explicó que su objetivo es tratar a personas en fases moderadas o avanzadas de la enfermedad, áreas donde los tratamientos actuales han tenido poco éxito. "Queremos ofrecer una opción viable para aquellos que se encuentran en las etapas más críticas del alzhéimer", subrayó el investigador, mostrando su compromiso con ayudar a quienes han perdido la esperanza.


El CEO de Tetraneuron, Ángel Lucio, admitió que uno de los mayores desafíos será la escalabilidad de la producción y la distribución eficaz de la terapia en cerebros humanos, que son significativamente más grandes que los modelos animales utilizados en los ensayos. Sin embargo, el fundamento científico robusto y los resultados alentadores generan expectativas optimistas sobre la viabilidad de este tratamiento.


“Lo hemos hecho todo aquí, en España. Y estamos cerca de demostrar que se puede recuperar la memoria, incluso cuando ya se ha perdido”, concluyó Frade, dejando a los asistentes con un rayo de esperanza en un campo que ha sido históricamente desalentador. La comunidad científica y las familias afectadas por el alzhéimer ahora ven una luz en el horizonte, un testimonio del poder de la investigación y la innovación en la búsqueda de soluciones para enfermedades devastadoras.

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