
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




En una presentación significativa en la Conferencia de 2025 sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI) en San Francisco, el Grupo de Ensayos Clínicos del SIDA (ACTG) reveló hallazgos importantes del ensayo REPRIEVE sobre el uso de estatinas para personas que viven con VIH, particularmente aquellas que experimentan fragilidad. El ensayo, que tenía como objetivo abordar el riesgo elevado de enfermedad cardiovascular en esta población, proporcionó evidencia convincente de que la administración diaria de pitavastatina cálcica puede reducir la incidencia de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE) en un 36% durante un seguimiento mediano de cinco años. El Dr. Joseph J. Eron, presidente del ACTG y investigador en la Universidad de Carolina del Norte, expresó entusiasmo por las implicaciones de los hallazgos de REPRIEVE. "Este estudio innovador ha influido en numerosas guías internacionales, que ahora recomiendan estatinas para la prevención de enfermedades cardiovasculares entre muchas personas que viven con VIH", afirmó. Los resultados del ensayo no solo mejoran nuestra comprensión de la salud cardiovascular en pacientes con VIH, sino que también destacan la importancia de la inflamación y el daño asintomático del músculo cardíaco en la predicción de riesgos cardiovasculares. Uno de los hallazgos clave presentados—"La fragilidad está asociada con una mayor incidencia de MACE pero no parece modificar los efectos de la pitavastatina"—indicó que, si bien la fragilidad estaba vinculada a un riesgo elevado de eventos cardiovasculares, no afectó los beneficios protectores de la pitavastatina. Esto sugiere que los pacientes con fragilidad a menudo reciben menos prescripción de terapias preventivas críticas, subrayando la necesidad de que los proveedores de atención médica incorporen evaluaciones de fragilidad en sus evaluaciones. Kristine Erlandson, M.D., de la Universidad de Colorado en el Campus Médico Anschutz, señaló la fuerte asociación identificada entre la fragilidad y los eventos cardiovasculares. "Estos hallazgos sugieren que la detección de la fragilidad podría ayudar a identificar a los individuos con mayor riesgo de MACE", explicó. El desafío continuo radica en garantizar que todas las personas que viven con VIH, especialmente aquellas que enfrentan múltiples problemas de salud, reciban la terapia con estatinas adecuada. En un análisis complementario, el subestudio mecanicista de REPRIEVE examinó la compleja relación entre la placa coronaria, los marcadores inflamatorios y la lesión miocárdica subclínica. Los investigadores descubrieron que los participantes que presentaban placa coronaria no calcificada y marcadores inflamatorios elevados tenían un riesgo significativamente mayor de MACE. Notablemente, estos riesgos persistieron incluso en ausencia de síntomas evidentes. Este hallazgo plantea la posibilidad de que ciertos subgrupos de individuos VIH positivos puedan beneficiarse más de la terapia con estatinas dirigida. Abordando más preocupaciones comunes, otra parte de la presentación destacó que la pitavastatina no impactó negativamente la función neurocognitiva en los participantes con riesgo cardiovascular bajo a moderado. Esto es una importante garantía, ya que los posibles efectos secundarios cognitivos de las estatinas a menudo disuaden a los pacientes de buscar el tratamiento necesario. Los hallazgos del estudio REPRIEVE reflejan un esfuerzo colaborativo que involucra a los Institutos Nacionales de Salud y varios socios farmacéuticos, enfatizando la importancia de ensayos clínicos rigurosos en el avance de las estrategias de tratamiento del VIH. A medida que el ACTG continúa liderando la investigación destinada a mejorar los resultados para las personas que viven con VIH, estos hallazgos allanan el camino para una atención cardiovascular más personalizada y efectiva en esta población vulnerable. A medida que las discusiones sobre el uso de estatinas y la gestión de la salud de las personas VIH positivas evolucionan, los conocimientos derivados del ensayo REPRIEVE prometen mejorar las prácticas clínicas, asegurando que los pacientes reciban atención preventiva adaptada a sus necesidades y riesgos de salud específicos.