
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Dalia, una mujer de 35 años, se encontró en una encrucijada que muchos temen pero pocos quieren enfrentar: la noticia de un diagnóstico de cáncer. La experiencia de recibir la palabra "oncólogo" fue para ella un momento devastador, un instante en el que la realidad se tornó sombría y la incertidumbre se apoderó de su ser. Durante una semana, el llanto fue su única respuesta, una reacción natural ante la cruda realidad que, tras meses de negación, finalmente había llegado. Antes de conocer su diagnóstico, Dalia había notado un pequeño bulto en su cuello, acompañado de molestias al comer y cambios en su voz. Sin embargo, el miedo a lo que podría significar la llevó a evitar la consulta médica. Prolongó su visita al doctor, guiada por esa intuición femenina que muchas veces nos protegen de la verdad, aunque en este caso la había llevado a una situación crítica. Su historia es un recordatorio de que la salud no puede ser ignorada, y que el silencio puede tener consecuencias fatales. El punto de inflexión llegó cuando acompañó a su madre a una consulta médica. Fue entonces cuando una doctora, a quien Dalia recuerda como un ángel, le sugirió hacerse un ultrasonido para investigar esa protuberancia que había ignorado. La frase "ve a hacerte un ultrasonido" se convirtió en la puerta que la obligó a enfrentar lo inevitable. Esa mañana, el doctor le reveló la verdad: cáncer en la tiroides, en etapa 2 y altamente invasivo. La confirmación fue un golpe duro, un diagnóstico que desató en ella un torrente de emociones sobre su futuro, y el de su familia. Los días siguientes fueron una montaña rusa de sentimientos. Dalia no solo tuvo que lidiar con el miedo a la muerte, sino que también se preocupaba por su madre, quien dependía de ella. Con lágrimas en los ojos, recordó su lucha interna y cada momento de incertidumbre que la llevó a la desesperación. La cirugía y el tratamiento fueron etapas necesarias, pero también dolorosas. La caída del cabello y las uñas se convirtieron en constantes recordatorios de su batalla, y Dalia comenzó a renegar de su mala suerte, atrapada en un ciclo de mal humor. No obstante, la vida tiene una forma peculiar de enviar señales. Durante una de sus citas de seguimiento, conoció a otra paciente que enfrentaba un cáncer terminal. Este encuentro fue un catalizador en su proceso de sanación. Dalia se dio cuenta de que su situación, aunque seria, era menos grave comparada con la historia de esa joven. En ese instante, su perspectiva cambió. Desde entonces, asumió una nueva postura ante su enfermedad, agradeciendo que su cáncer había sido detectado a tiempo. Han transcurrido cuatro años desde el día que cambió su vida. Dalia ha aprendido a vivir con el cáncer, y ahora su seguimiento médico es más frecuente, pero también más tranquilo. La posibilidad de que su enfermedad avance a otros órganos se ha reducido, y eso le permite respirar con más calma. Su experiencia la ha llevado a valorar cada momento, cada día, y a agradecer por la vida que aún tiene. Hoy, Dalia se presenta como un ejemplo de resiliencia. La mujer que una vez fue consumida por el miedo y la incertidumbre ahora es un testimonio de superación, de cómo el enfrentar la adversidad puede transformarse en una lección de vida. Su historia resuena con aquellos que se sienten perdidos en sus propias batallas, recordando que incluso en la oscuridad se puede encontrar luz. Cada vez que Dalia recuerda aquellos momentos difíciles, los escalofríos aún recorren su piel. La palabra "oncólogo" puede provocar un eco de temor, pero también se ha convertido en un símbolo de su fortaleza. Su viaje no solo ha sido uno de lucha contra el cáncer, sino un camino hacia la autoaceptación y el amor por la vida. La historia de Dalia es un llamado a la acción: nunca ignoremos los pequeños signos de nuestro cuerpo; ellos podrían ser la clave para un futuro más saludable.