Crisis en el Ministerio del Interior: Santiváñez enfrenta presión por censura

Crisis en el Ministerio del Interior: Santiváñez enfrenta presión por censura

El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, enfrenta creciente presión y falta de apoyo en medio de un clima de inseguridad y posibles mociones de censura.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 26.02.2025
La situación alrededor del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, se torna cada vez más compleja a medida que avanza el año. Entre el 6 de enero y el 21 de febrero, Santiváñez ha mantenido un notable número de 25 reuniones con 20 congresistas en su oficina del Ministerio del Interior, según lo que revela el portal de Transparencia. A pesar de estas gestiones, sólo dos congresistas han decidido respaldar la moción de censura promovida en su contra: Diego Bazán de Renovación Popular y Nieves Limachi de Juntos por el Perú-Voces del Pueblo. La falta de apoyo se vuelve aún más evidente al observar que los congresistas que visitaron al ministro pertenecen a ocho diferentes bancadas, de las cuales cinco aún no han tomado una postura firme en relación a la censura. Estas son Fuerza Popular, Alianza para el Progreso (APP), Perú Libre, Acción Popular y el Bloque Magisterial. De todas ellas, el fujimorismo se destaca como la agrupación con más representantes que han acudido a solicitar audiencias con Santiváñez, lo que podría indicar un interés por mantener una relación cordial con el Ejecutivo. Sin embargo, a pesar de la cantidad de visitas, la bancada de Fuerza Popular no ha logrado establecer una postura colectiva sobre el futuro del ministro. Esto es sorprendente, considerando que los problemas de seguridad han escalado dramáticamente en el país, especialmente tras el atentado contra el Ministerio Público en Trujillo, que tuvo lugar el 20 de enero. Mientras tanto, Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, elude pronunciarse de manera categórica sobre la continuidad de Santiváñez, destacando la necesidad de cambios en las políticas de seguridad sin comprometerse a una posición clara respecto a la censura. Aún más impactante es que otros congresistas de bancadas que han visitado al ministro, como Luis Aragón de Acción Popular, han manifestado que sus reuniones no giraron en torno a la censura, sino a la solicitud de recursos logísticos para sus regiones. Esto pone de relieve un enfoque más pragmático por parte de ciertos legisladores, quienes parecen priorizar la gestión local sobre una posible acción de censura que podría generar inestabilidad. La situación se torna más compleja al considerar que, a pesar del creciente clamor por cambios en el manejo de la seguridad pública, no hay signos claros de que se esté formando un consenso suficiente para llevar a cabo la censura. Según el ex viceministro Ricardo Valdés, las reuniones con congresistas que respaldan a Santiváñez son un indicio de que el ministro actúa como un operador político del Ejecutivo. Valdés sugiere que existe un pacto tácito entre las fuerzas políticas predominantes en el Congreso y el Ejecutivo, lo que podría explicar la falta de impulso detrás de la moción de censura. El analista político Pedro Tenorio también refuerza esta idea, sugiriendo que las visitas de los congresistas al Mininter son parte de un acuerdo más amplio entre el gobierno y ciertos sectores del Congreso. Para él, la oposición parece ser más una fachada que una realidad, ya que la mayoría de los congresistas no están dispuestos a arriesgar su posición al enfrentar al Ejecutivo en temas sensibles como la seguridad interna. Por otro lado, los datos sobre la criminalidad continúan siendo alarmantes. Entre el inicio del año y mediados de febrero, el país ha registrado un incremento en los homicidios, alcanzando un promedio de un asesinato cada cuatro horas. A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, como la declaración de estado de emergencia en varias regiones, los resultados han sido desalentadores. Esta grave situación ha motivado a algunos legisladores a buscar alternativas como la recolección de firmas para nuevas mociones de censura. Entre los argumentos presentados en la moción de censura se destaca la falta de respuestas efectivas por parte del ministro ante el aumento de la criminalidad. La congresista Paredes ha subrayado la ausencia de planes estratégicos y la ineficacia de las acciones implementadas, señalando que la población se siente cada vez más desprotegida. La falta de un liderazgo sólido y la carencia de preparación en la gestión del ministerio son preocupaciones que resuenan en el discurso de quienes buscan un cambio en la dirección del ministerio. Como telón de fondo, el panorama político se complica aún más con la posibilidad de que otras bancadas también presenten mociones de censura. En este contexto, la presión sobre el Ejecutivo y sobre Santiváñez aumentará, mientras que la incertidumbre acerca de su futuro se mantendrá latente. La situación actual no solo refleja la tensión entre el Congreso y el Ejecutivo, sino que también pone de manifiesto la creciente preocupación de la ciudadanía por su seguridad. Mientras tanto, el tiempo corre y la presión sobre el ministro se intensifica, abriendo un capítulo más en la convulsa historia política del país.
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