Conflicto entre Rutas de Lima y Alcaldía de Lima podría costar 2,700 millones al Perú

Conflicto entre Rutas de Lima y Alcaldía de Lima podría costar 2,700 millones al Perú

La negativa del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, a cumplir dos laudos arbitrales confirmados por la Corte de Apelaciones de Columbia (Estados Unidos), que ordenan pagar 200 millones de dólares a Rutas de Lima (concesionaria de peajes), agravan la situación del Perú.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 9 HORAS

La situación legal entre la concesionaria Rutas de Lima y la Municipalidad Metropolitana de Lima ha escalado a niveles preocupantes, con implicaciones que podrían costarle al Estado peruano hasta 2,700 millones de dólares. Esta cifra se deriva de la negativa del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, a cumplir con dos laudos arbitrales que ya han sido confirmados por la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia en Estados Unidos. Según Rafael Llano, abogado de Brookfield, la empresa detrás de Rutas de Lima, esta decisión del alcalde no solo pone en riesgo a la municipalidad, sino también al Estado en su conjunto.


Los laudos arbitrales en cuestión ordenan el pago de 200 millones de dólares a Rutas de Lima, y a pesar de que estos fallos han sido ratificados, López Aliaga ha manifestado su intención de no cumplirlos. Esta postura desafiante, lejos de ser meramente política, podría acarrear graves consecuencias financieras y legales para el país. La advertencia de Llano es clara: cada declaración del alcalde que contradiga los fallos judiciales perjudica aún más la situación legal de la municipalidad y del propio Perú.


La fuente del conflicto radica en el contrato de concesión firmado en 2013, que, según Brookfield, no ha sido honrado por la Municipalidad de Lima en lo que respecta a los pagos estipulados. El abogado de la empresa explicó que este es un caso sin precedentes, ya que es la primera vez que Brookfield ha iniciado un arbitraje internacional contra un Estado, lo que pone de relieve la seriedad del asunto.


El hecho de que la alcaldía de Lima, bajo la dirección de López Aliaga, haya tomado la decisión de no acatar los laudos arbitrales abre la posibilidad de que se tomen medidas legales más severas a nivel internacional. Esto implica que el conflicto no solo se resolvería en el ámbito local, sino que podría derivar en un proceso que involucre tribunales externos, lo que complicaría aún más la situación.


La reacción de Brookfield ante la negativa del alcalde ha sido contundente. “Cada vez que la municipalidad cierra las puertas o da ese tipo de declaraciones, están ahondando en un pozo legal que ya ha comprometido no solo la responsabilidad de la municipalidad, sino del Estado peruano”, afirmó Llano en una entrevista reciente. Este comentario resalta la gravedad y la urgencia del asunto, mostrando que las acciones de la municipalidad podrían traer consecuencias que se extienden mucho más allá de sus propias fronteras.


A medida que la controversia se intensifica, también crece el temor entre analistas y economistas sobre el impacto que esta situación podría tener en la inversión extranjera en el Perú. La negativa a cumplir con la ley y con los fallos judiciales puede enviar un mensaje negativo a potenciales inversores, lo que podría desacelerar el crecimiento económico del país en un momento en que ya enfrenta desafíos significativos.


Además, el rol del Tribunal Constitucional también ha sido objeto de críticas, ya que se le atribuye haber facilitado la negativa a cumplir con los laudos arbitrales. Esto plantea interrogantes sobre la independencia del poder judicial y su capacidad para mediar en conflictos de esta naturaleza. La confianza en las instituciones es fundamental para mantener un clima de inversión saludable, y este episodio podría socavar esa confianza si no se maneja adecuadamente.


No cabe duda de que el conflicto entre la Municipalidad de Lima y Rutas de Lima es un caso que debe ser observado con atención. La resolución de este conflicto no solo afecta a las partes directamente involucradas, sino que podría tener repercusiones más amplias para el país en términos de estabilidad legal y económica. La presión sobre López Aliaga para que reconsidere su postura se intensificará, ya que las consecuencias de su negativa podrían ser devastadoras para el Estado peruano en su conjunto.


En conclusión, la situación actual es un recordatorio de la importancia del respeto a los fallos judiciales y la necesidad de un enfoque colaborativo para resolver disputas contractuales. El tiempo dirá si el alcalde de Lima y su administración podrán rectificar el rumbo y evitar una crisis legal que podría afectar no solo a la municipalidad, sino a la nación entera. El futuro de las concesiones y la inversión en infraestructura en Perú podría depender de ello.

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