Vivir con VIH hoy: avances médicos y la lucha contra el estigma social

Vivir con VIH hoy: avances médicos y la lucha contra el estigma social

Vivir con VIH hoy combina avances médicos y estigma. Tratamientos permiten vidas plenas, pero la educación sigue siendo clave para combatir prejuicios.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Vivir con VIH en el siglo XXI es, sin duda, una experiencia marcada por el estigma y los desafíos sociales, pero también por los avances médicos que han transformado la forma en que se percibe y se trata esta enfermedad. Aunque el Virus de la Inmunodeficiencia Humana ha sido una preocupación de salud pública desde su aparición en los años 80, hoy en día, quienes son diagnosticados de manera temprana tienen acceso a tratamientos que les permiten llevar una vida plena y saludable. El testimonio de Juliet Otieno, una madre keniana que fue diagnosticada con VIH en 2001, ilustra la lucha personal y social que rodea a esta enfermedad. En su momento, el diagnóstico no solo la llenó de temor, sino que también la enfrentó a un estigma que la llevó a ocultar su condición incluso de su familia. En una sociedad donde la información era escasa y el miedo predominante, Juliet optó por rechazar el tratamiento inicial que se le ofreció, lo que resultó en la pérdida de su primer hijo. A lo largo de los años, la percepción del VIH ha evolucionado, especialmente gracias a la labor de activistas y científicos que han trabajado incansablemente para democratizar el acceso a tratamientos antirretrovirales. En 2003, el costo del tratamiento se redujo significativamente, permitiendo que más personas en el mundo pudieran acceder a la atención que necesitaban. Para Juliet, este cambio llegó tarde, pero cuando finalmente comenzó su tratamiento en 2005, encontró en él una segunda oportunidad para vivir. Los tratamientos actuales permiten que las personas con VIH lleguen a ser indetectables, lo que significa que el virus está bajo control y no se puede transmitir a otros. Esta información es vital para combatir el estigma que aún persiste en muchas comunidades. Aunque los avances médicos son esperanzadores, la realidad es que muchas personas diagnosticadas aún enfrentan discriminación y miedo, lo que dificulta su acceso a la atención médica. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que aproximadamente 39.9 millones de personas viven con VIH en el mundo hoy en día. Sin embargo, con el acceso a la terapia antirretroviral, muchas de estas personas pueden llevar una vida normal y saludable, sin que el virus defina su existencia. Es crucial que se continúe trabajando en la educación y sensibilización sobre el VIH para desmantelar los mitos y prejuicios que aún rodean a esta enfermedad. El camino hacia la cura del VIH ha sido largo y complicado, pero los recientes avances en la investigación ofrecen un rayo de esperanza. Estudios han demostrado que algunos pacientes han logrado una "remisión a largo plazo" tras tratamientos innovadores, como el trasplante de médula ósea. Aunque esto no significa que la cura esté al alcance inminente, sí sugiere que el enfoque hacia el VIH está cambiando. El caso de Juliet Otieno es un ejemplo poderoso de cómo la vida puede transformarse con el tratamiento adecuado y el apoyo familiar. Después de años de lucha, hoy en día es una madre que ha dado a luz a un niño sano, gracias a que sigue un tratamiento antirretroviral efectivo. Su historia no solo resalta la importancia de la atención médica, sino también el poder del apoyo emocional y familiar en el proceso de vivir con VIH. No obstante, aún queda un largo camino por recorrer. La prevención, la educación y el acceso a tratamientos deben ser prioridades en la agenda global de salud pública. La comunidad médica y los defensores del VIH continúan luchando por políticas que garanticen el acceso equitativo a la atención y que combatan el estigma asociado con esta enfermedad. En conclusión, vivir con VIH en la actualidad significa tener la oportunidad de llevar una vida plena, siempre y cuando se reciba el tratamiento adecuado y se cuente con el apoyo necesario. La historia de Juliet y de millones de personas en todo el mundo demuestra que, aunque la lucha contra el VIH no ha terminado, los avances en la medicina y la concienciación social pueden cambiar vidas y dar esperanza a quienes enfrentan este diagnóstico.

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