Retiro de ayudas a PEPFAR pone en riesgo a millones en la lucha contra el VIH/SIDA

Retiro de ayudas a PEPFAR pone en riesgo a millones en la lucha contra el VIH/SIDA

La administración Trump recorta ayudas a programas de VIH, generando preocupación global por la salud de millones en riesgo de contagio y muerte.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 31.01.2025
La reciente decisión de la administración Trump de retirar las ayudas a los programas de VIH, en particular a través del Plan Presidencial de Emergencia para Alivio del SIDA (PEPFAR), está generando preocupación a nivel mundial. Con más de 30 millones de personas en riesgo de perder acceso a tratamientos vitales, las repercusiones de esta medida podrían ser devastadoras. La OMS ha expresado su "profunda preocupación" ante esta situación, alertando que podríamos retroceder a épocas en las que el VIH/SIDA causaba millones de muertes anuales. Desde su creación en 2003, PEPFAR ha sido fundamental en la lucha contra el VIH/SIDA, permitiendo que más de 25 millones de personas mantengan su salud y, en el caso de 5,5 millones de niños, nacieran libres de esta enfermedad. Este programa ha sido la columna vertebral de la respuesta global al VIH, proporcionando apoyo a dos tercios de las personas diagnosticadas con el virus. La interrupción de estas ayudas no solo pondría en riesgo a quienes ya viven con la infección, sino que podría desatar una nueva ola de contagios en regiones donde el acceso a tratamientos es limitado. La situación se ha vuelto crítica, especialmente con la reciente amenaza de cerrar los sistemas de datos de PEPFAR y la cancelación de citas para pacientes en tratamiento. Informes indican que incluso las organizaciones no gubernamentales que dependen de fondos estadounidenses han comenzado a recibir órdenes de detener la distribución de medicamentos contra el VIH, creando un vacío de atención en países que ya enfrentan dificultades en sus sistemas de salud. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, ha señalado la importancia de la 'Exención Humanitaria de Emergencia' anunciada por el secretario de Estado, Marco Rubio, que permitirá que los pacientes en 55 países continúen recibiendo su tratamiento. Sin embargo, la rapidez de esta medida sugiere una conciencia tardía de los riesgos que la decisión de cortar las ayudas podría implicar. Las organizaciones internacionales han estado en alerta, y las reacciones a esta crisis han sido rápidas, pero se teme que el daño ya esté hecho. Expertos en salud pública han expresado su preocupación por el impacto inmediato que esta decisión podría tener. Denise Naniche, del Instituto de Salud Global (ISGlobal), destaca que más de 200,000 personas dependen diariamente de los tratamientos proporcionados por PEPFAR. Si bien se ha evitado un colapso inminente, las consecuencias a largo plazo podrían ser devastadoras, especialmente en países donde el VIH ya tiene una alta prevalencia. María Velasco, de GeSIDA, advierte de un efecto "bola de nieve", donde el número de personas infectadas podría dispararse si aquellos que ya están infectados no reciben tratamiento, aumentando el riesgo de transmisión a otros. Este efecto no solo tendría repercusiones en el ámbito de la salud pública, sino que también podría tensionar los sistemas de salud en contextos ya vulnerables. La situación es especialmente alarmante en países africanos, donde se estima que Sudáfrica podría perder hasta 600,000 vidas en la próxima década si PEPFAR se interrumpe por completo. En esta región, la dependencia de los fondos de PEPFAR es crítica, y el riesgo de una nueva crisis de salud pública es una posibilidad que no puede ser subestimada. Además, el impacto de esta decisión se extiende más allá de la salud física. La interrupción del tratamiento también podría perpetuar el estigma asociado con el VIH/SIDA. En Estados Unidos, algunos senadores han utilizado la retórica anti-abortista para oponerse a la renovación de PEPFAR, mostrando cómo las ideologías políticas pueden influir negativamente en el acceso a tratamientos médicos esenciales. En conclusión, la decisión de recortar las ayudas contra el VIH no solo pone en riesgo a millones de personas en todo el mundo, sino que también amenaza con deshacer años de progreso en la lucha contra esta enfermedad. La urgencia de actuar para mantener y expandir estas ayudas nunca ha sido tan crítica, y la comunidad internacional debe unirse para evitar un retroceso histórico en la salud pública global. La vida de millones de personas depende de ello, y es una responsabilidad que no podemos permitirnos ignorar.
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