Crisis de acceso a medicamentos genéricos para prevenir el VIH en América Latina

Crisis de acceso a medicamentos genéricos para prevenir el VIH en América Latina

El acceso a medicamentos genéricos para prevenir el VIH en América Latina es crítico, con países excluidos de acuerdos que podrían salvar vidas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 28.01.2025
La situación del acceso a medicamentos genéricos para la prevención del VIH en América Latina ha tomado un giro alarmante. Recientemente, Winnie Byanyima, la directora del Programa de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (UNAIDS), expuso que la mayoría de los países de la región han quedado excluidos de un acuerdo que permitiría la distribución de estos tratamientos esenciales. Se trata de medicamentos que han demostrado ser extremadamente efectivos, con tasas de eficacia de hasta el 95% en la prevención de infecciones por el VIH, en un contexto donde el aumento de nuevos casos es preocupante. El hecho de que naciones como Brasil, Perú, México y Argentina, que tienen la capacidad de producir y vender estos genéricos a precios accesibles, estén excluidas de este acuerdo ha generado un fuerte debate. Byanyima denunció que es "equivocado y no ético" dejar fuera a países que han participado en ensayos clínicos y que podrían jugar un papel crucial en la lucha contra el VIH. La exclusión no solo impacta a los sistemas de salud de estas naciones, sino que también agudiza la crisis de salud pública en la región. Las cifras son alarmantes. En el último año, Venezuela y Perú han visto incrementos del 98% y 80%, respectivamente, en nuevos casos de VIH, lo que subraya la urgencia de que estos países tengan acceso a alternativas de tratamiento preventivo. El costo exorbitante de los medicamentos, que puede alcanzar los 40.000 dólares anuales, contrasta con la posibilidad de que los genéricos cuesten solo 40 dólares al año por persona. Esta diferencia de precio podría marcar la vida o la muerte de miles de personas en la región. Byanyima recordó la historia oscura del acceso a los antirretrovirales en África, donde se tardaron más de diez años en introducir versiones genéricas, durante los cuales millones de vidas se perdieron. Su preocupación radica en que la historia parece repetirse, poniendo en riesgo a una población vulnerable que ya enfrenta múltiples desafíos. Para ella, es imperativo que se actúe con rapidez para garantizar que estos tratamientos estén disponibles para quienes más los necesitan. La situación en Venezuela es especialmente crítica, donde el desarraigo de la población y un sistema de salud precarizado han creado un caldo de cultivo para el aumento de nuevas infecciones. Mientras tanto, en Perú, el estigma y la discriminación han llevado a que muchas personas, especialmente en la comunidad LGBTQ+, busquen ayuda demasiado tarde, lo que agrava la crisis. Las empresas farmacéuticas involucradas, como Gilead y ViiV, han sido criticadas por sus prácticas que, según Byanyima, parecen retrazar el acceso a estos medicamentos. La presión internacional está aumentando, y los organismos de salud pública exigen una mayor producción y rapidez en la distribución de estos tratamientos, que ya están disponibles en países ricos. Por otro lado, la comunidad internacional y los gobiernos de América Latina deben unirse para presionar a las farmacéuticas y asegurar que se priorice el acceso a estos medicamentos. No se trata solo de un problema de salud pública, sino de un derecho humano fundamental que debe ser garantizado para todos. El futuro de la lucha contra el VIH en América Latina depende en gran medida de la capacidad de estos países para acceder a tratamientos preventivos efectivos. La exclusión de naciones que podrían servir como centros de producción y distribución de genéricos podría tener consecuencias devastadoras no solo para la región, sino para el mundo en general. Con la meta de erradicar el VIH para 2030, es esencial que se tomen decisiones éticas y justas que permitan a todos los países, independientemente de su nivel de ingresos, acceder a las herramientas necesarias para combatir esta epidemia. La salud pública no debe estar supeditada a intereses comerciales, y es hora de que se priorice el bienestar de las personas sobre las ganancias de unos pocos.
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