Nuevas pautas revolucionan el diagnóstico de trastornos de la memoria en adultos mayores.

Nuevas pautas revolucionan el diagnóstico de trastornos de la memoria en adultos mayores.

Investigadores de Penn Medicine han introducido nuevas directrices para el diagnóstico de la encefalopatía TDP-43 relacionada con la edad y predominante en el sistema límbico, mejorando la identificación y el tratamiento para los adultos mayores.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Salud HACE 9 HORAS

En un avance significativo para el diagnóstico de trastornos de la memoria, investigadores de Penn Medicine han presentado nuevas directrices destinadas a mejorar la identificación de la encefalopatía por TDP-43 relacionada con la edad y predominante en el sistema límbico (LATE). Esta condición, que a menudo se diagnostica erróneamente como enfermedad de Alzheimer (EA), afecta predominantemente a adultos mayores y se manifiesta como un deterioro cognitivo, principalmente a través de la pérdida de memoria. Los criterios recién establecidos son cruciales para garantizar un diagnóstico y tratamiento precisos, lo que puede tener un impacto sustancial en la atención al paciente. Publicadas en "Alzheimer's and Dementia: The Journal of the Alzheimer's Association", estas directrices ofrecen un enfoque sistemático para distinguir LATE de la enfermedad de Alzheimer, una condición que ha recibido mucha más atención tanto en la investigación como en entornos clínicos. Como señala el Dr. David Wolk, codirector del Penn Memory Center, criterios diagnósticos claros empoderan a los pacientes y sus familias al proporcionar información crítica sobre su condición y pronóstico, lo que es esencial para tomar decisiones de tratamiento informadas. LATE afecta principalmente a individuos de 80 años o más, con investigaciones que indican que alrededor del 40% de los adultos en este grupo de edad presentan signos de acumulación de TDP-43 en el cerebro. Esta acumulación de proteínas diferencia LATE de la enfermedad de Alzheimer, que se caracteriza por la presencia de proteínas beta-amiloides y tau. Las implicaciones de estas patologías diferentes son significativas, especialmente a medida que se desarrollan nuevas terapias dirigidas a las proteínas amiloides. Un diagnóstico preciso de LATE se vuelve vital para asegurar que los pacientes reciban las intervenciones adecuadas adaptadas a sus necesidades específicas. El proceso diagnóstico actual para LATE se basa en evaluaciones cognitivas y técnicas de imagen como las resonancias magnéticas para detectar atrofia cerebral en regiones relacionadas con la memoria. Desafortunadamente, un diagnóstico definitivo solo puede realizarse post-mortem a través de una autopsia, ya que el TDP-43 solo puede identificarse de manera concluyente después de la muerte. Esto representa un desafío, ya que muchos profesionales de la salud siguen siendo poco familiarizados con LATE y sus síntomas únicos, lo que ha llevado a una preocupante superposición en los diagnósticos con la enfermedad de Alzheimer. La publicación de estas directrices marca un paso crucial hacia adelante en la mejora de la comprensión de la demencia, particularmente en poblaciones mayores. Al proporcionar una delineación más clara entre LATE y otras formas de demencia, como la degeneración lobar frontotemporal y la demencia con cuerpos de Lewy, los nuevos criterios buscan agilizar el diagnóstico y allanar el camino para una mayor investigación y ensayos clínicos centrados en el TDP-43. El Dr. Wolk enfatiza la importancia de diagnosticar con precisión LATE, ya que no solo sienta las bases para futuros ensayos clínicos que exploren tratamientos específicos para el TDP-43, sino que también informa sobre cómo las terapias existentes podrían afectar a los individuos que experimentan síntomas tanto de LATE como de Alzheimer. A medida que la comunidad médica continúa evolucionando, estas directrices servirán como herramientas esenciales para mejorar la atención de la demencia. El creciente interés en LATE refleja una tendencia más amplia en la neurociencia para reevaluar las comprensiones existentes de la demencia y refinar los enfoques de tratamiento. Si bien LATE puede no haber recibido la misma prominencia que la enfermedad de Alzheimer, sus efectos en los pacientes son profundos, y una comprensión más profunda de sus características puede mejorar significativamente las estrategias de manejo. Los investigadores de Penn Medicine, apoyados por diversas subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud, están dedicados a avanzar en la comprensión de las enfermedades neurodegenerativas. La interacción entre LATE y la enfermedad de Alzheimer presenta tanto desafíos como oportunidades para la investigación colaborativa destinada a desentrañar las complejidades de estas condiciones. Los nuevos criterios diagnósticos para LATE significan un logro monumental en la investigación de la demencia y la atención al paciente. A medida que los proveedores de atención médica comienzan a implementar estas directrices, hay esperanza de un mejor diagnóstico y tratamiento adaptado a los individuos que sufren de esta condición. Dada la creciente población de ancianos y el aumento anticipado de trastornos de la memoria como LATE y la enfermedad de Alzheimer, una respuesta informada y adaptable por parte de los profesionales médicos es más crítica ahora que nunca.

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