Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Investigadores del CONICET han hecho un avance significativo en la lucha contra el dengue, una enfermedad viral que afecta a millones de personas en todo el mundo. A través de estudios de laboratorio, este equipo ha demostrado que un extracto natural obtenido de la piel del maní tiene el potencial para prevenir y tratar la infección por dengue. Este descubrimiento no solo abre la posibilidad de tratamientos más accesibles y sostenibles, sino que también pone de relieve la importancia de los recursos locales en la investigación biomédica. El dengue es transmitido por el mosquito Aedes aegypti y se manifiesta en cuatro serotipos distintos: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4. La complejidad del virus radica en que una reinfección por un serotipo diferente puede incrementar el riesgo de desarrollar formas más graves de la enfermedad, como el dengue hemorrágico. A pesar del preocupante aumento en los casos de dengue en los últimos años, la comunidad científica ha enfrentado el desafío de la falta de tratamientos antivirales eficaces y accesibles. Frente a esta necesidad, un equipo de investigadores del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA, CONICET-UNC) y del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (INBIAS, CONICET-UNRC) decidió explorar las propiedades del tegumento del maní, un residuo que proviene de la industria alimentaria. Este enfoque no solo busca innovar en el tratamiento del dengue, sino también revalorizar un subproducto que habitualmente se descarta en la producción de alimentos. Los hallazgos del equipo, publicados recientemente en la prestigiosa revista Plants, indican que el extracto de la piel del maní puede inhibir la replicación del virus del dengue. La investigadora Carola Sabini, quien lidera el proyecto, destacó que se eligió el maní debido a sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas ya documentadas. Además, la relevancia del maní en la provincia de Córdoba, donde se exportan grandes cantidades, hace de este un recurso aún más valioso. Las investigaciones iniciales llevaron al equipo a analizar tanto el tegumento como la semilla del maní. A través de pruebas de toxicidad en cultivos celulares y en ratones, los científicos establecieron concentraciones seguras del extracto que no causan daño celular. A partir de ahí, se enfocaron en el serotipo DENV-2, observando que el extracto del tegumento no solo inactivó el virus de manera efectiva, sino que lo hizo al 100% incluso en concentraciones bajas. Un aspecto interesante del estudio es que el extracto del tegumento demostró ser efectivo en todas las etapas del ciclo de replicación del virus, lo que sugiere su potencial como tratamiento preventivo y terapéutico. "Estos hallazgos superaron nuestras expectativas", indicó Sabini, quien enfatizó la posibilidad de utilizar este compuesto tanto en personas infectadas como en estrategias de prevención. El equipo de investigación también está buscando colaborar con la industria para desarrollar aplicaciones médicas basadas en este prometedor extracto. Una de las ventajas que se presentan es que los productos naturales, como el del maní, no requieren una purificación exhaustiva para mantener su eficacia, lo que reduce considerablemente los costos de producción y facilita el acceso a estos tratamientos en países con recursos limitados. Con la intención de asegurar la efectividad del extracto en humanos, los investigadores están trabajando en nuevas formulaciones que optimicen la absorción y biodisponibilidad de los compuestos activos. Colaborando con expertos en nanotecnología, están desarrollando partículas que permitirán llevar estos compuestos directamente a las áreas del cuerpo afectadas por el dengue. Además, es fundamental mencionar que el estudio también apunta a investigar el impacto del extracto en la respuesta inmunitaria del organismo. Aparte de los efectos del virus en sí, el dengue provoca una respuesta inflamatoria que puede ser perjudicial. Por ello, el equipo de investigación indaga si el extracto del maní puede actuar como un inmunomodulador, ofreciendo una solución integral para los pacientes. Finalmente, el proyecto se enmarca dentro de un enfoque sostenible, utilizando un método de extracción "verde" y materiales accesibles en Argentina. La sostenibilidad, como lo señala Elio Soria, coautor del estudio, es clave para enfrentar problemas de salud pública como el dengue. Así, los investigadores buscan no solo desarrollar tratamientos eficaces, sino también respetuosos con el medio ambiente, convirtiendo un residuo de la industria en una herramienta valiosa para la salud global.