Súplica desesperada de ayuda mientras el hospital de Gaza enfrenta evacuación en medio del conflicto en curso.

En un giro sombrío de los acontecimientos en el conflicto en curso en Gaza, el ejército israelí ordenó anoche el cierre y la evacuación del hospital Kamal Adwan, una de las últimas instalaciones aún operativas en la región. Esta decisión ha generado alarma entre el personal médico y los locales, ya que el hospital alberga actualmente a casi 400 civiles, incluidos vulnerables bebés en la unidad neonatal, cuya supervivencia depende del acceso a oxígeno e incubadoras. Husam Abu Safiya, el director del hospital, transmitió la grave situación a Reuters, afirmando que cumplir con la orden militar es "casi imposible". La falta de ambulancias y equipo médico para facilitar una evacuación segura pone a los pacientes en un riesgo significativo. "No podemos evacuar a estos pacientes de manera segura sin asistencia, equipo y tiempo", advirtió, destacando la precariedad de su situación mientras operan bajo un intenso bombardeo. Además, señaló el peligro que representa el ataque directo a los suministros de combustible del hospital, lo que podría provocar explosiones catastróficas y numerosas víctimas. El ejército israelí ha insistido en que facilitó la evacuación de más de 100 pacientes y cuidadores a otros hospitales, afirmando haber entregado combustible y alimentos a la instalación Kamal Adwan. Sin embargo, la realidad sobre el terreno, tal como la describe el ministerio de salud de Gaza, pinta un panorama diferente. Los tres principales hospitales en el norte de Gaza han sufrido daños significativos, y su capacidad para tratar pacientes está gravemente comprometida. Los ataques repetidos han dejado a estas instituciones luchando por proporcionar atención, mientras que las operaciones persistentes del ejército en Beit Lahiya, Beit Hanoun y Jabalia se dicen que tienen como objetivo sofocar las capacidades militares de Hamas. Los críticos de las operaciones israelíes argumentan que los asaltos han llevado a alarmantes bajas civiles, particularmente porque los hospitales y refugios han sido atacados directamente. El conflicto en curso ha creado una crisis humanitaria, con los servicios médicos básicos en el norte de Gaza al borde del colapso. La situación plantea urgentes preguntas éticas y humanitarias sobre el tratamiento de los civiles y las responsabilidades de las fuerzas militares en zonas de guerra activa. A medida que la crisis se intensifica, los llamados a la intervención internacional y la asistencia humanitaria han aumentado. Los defensores instan a los líderes mundiales a priorizar la seguridad y el bienestar de los civiles atrapados en el conflicto, enfatizando la necesidad de un alto el fuego inmediato para permitir evacuaciones médicas y la entrega de suministros esenciales. Los acontecimientos que se desarrollan en el hospital Kamal Adwan sirven como un recordatorio contundente del costo humano de la guerra y la urgente necesidad de soluciones para garantizar la protección de las poblaciones vulnerables atrapadas en el fuego cruzado.