Altas tasas de cesáreas en Jammu y Cachemira: un cambio cultural en las prácticas de salud materna.

En una revelación sorprendente, un análisis de los partos por cesárea (CS) en Jammu y Cachemira ha desvelado una tendencia única: las altas tasas de cesáreas son consistentes en todos los estratos socioeconómicos de la región, con solo una mínima disparidad del 2 al 3 por ciento entre los hogares más ricos y los más pobres. Este hallazgo, publicado en la edición de enero de 2025 de The Lancet, contrasta marcadamente con muchos otros estados indios donde la riqueza influye fuertemente en el acceso a los partos quirúrgicos. La Encuesta Nacional de Salud Familiar (NFHS-5) indica que un asombroso 82.1 por ciento de los partos en hospitales privados de Jammu y Cachemira se realizan mediante cesárea, mientras que en las instalaciones públicas, la tasa se sitúa en el 42.7 por ciento. Ambas cifras están muy por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 10 al 15 por ciento, lo que genera preocupaciones sobre las implicaciones de tales altas tasas en la salud materna y neonatal. Expertos médicos y culturales en la región han identificado una mezcla de factores que contribuyen a la prevalencia de los partos por cesárea. Un factor significativo es la creciente edad a la que las mujeres se casan y, posteriormente, quedan embarazadas; los datos sugieren que una parte considerable de la población permanece soltera hasta los 29 años. Como resultado, muchas mujeres están experimentando embarazos en sus 30 y 40 años, lo que puede llevar a complicaciones que aumentan la necesidad de intervenciones quirúrgicas. "La edad materna avanzada trae riesgos que hacen que los partos vaginales sean más desafiantes", explica la profesora Farhat Jabeen, una destacada ginecóloga en Cachemira. El aumento de condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (PCOS), la obesidad y la hipertensión complica aún más el panorama de la salud materna, contribuyendo a una mayor probabilidad de complicaciones durante el parto. Además, la percepción de las cesáreas como una alternativa más segura y controlada es generalizada entre las familias. Con la inversión emocional y financiera en lograr un embarazo, muchas madres expectantes y sus familias optan por la cesárea para mitigar cualquier riesgo. Esta mentalidad fomenta una cultura de "cesárea a demanda", donde las familias prefieren el parto quirúrgico sobre la experiencia de un parto natural. "Cuando las familias invierten emocional y financieramente en lograr un embarazo, prefieren eliminar cualquier incertidumbre durante el parto", señala la profesora Jabeen. La idea errónea de que la cesárea es completamente indolora y libre de complicaciones agrava la situación. La profesora Shahnaz Taing, especialista en infertilidad en la región, enfatiza la necesidad de aumentar la conciencia sobre los riesgos potenciales de los procedimientos de cesárea innecesarios. "La mayoría de las mujeres piensa que la cesárea no duele, sin complicaciones. Esta noción necesita cambiar", afirma, pidiendo un esfuerzo concertado de los sistemas de salud en todos los niveles para educar a las mujeres sobre los beneficios de los partos vaginales. Los incentivos financieros en los entornos de atención médica privados también juegan un papel en las altas tasas de partos por cesárea. Faizan Mir, presidente de la Asociación de Hospitales Privados y Centros de Diálisis de J&K, destacó que la ausencia de ginecólogos a tiempo completo en las instalaciones privadas conduce a una dependencia de la cesárea, ya que hay una capacidad insuficiente para monitorear y apoyar el trabajo de parto natural. En los últimos años, la percepción de los partos hospitalarios ha cambiado, con muchas mujeres asociando el parto en instalaciones de salud con la intervención quirúrgica. "Un gran número de mujeres cree que dar a luz en una instalación de salud significa que un médico debe intervenir en el proceso natural de nacimiento", observa la profesora Taing. Esta expectativa contribuye aún más a la normalización de las cesáreas entre las madres. Sin embargo, las implicaciones de tasas tan altas de cesáreas son preocupantes. La profesora Jabeen advierte que los partos por cesárea innecesarios pueden llevar a un aumento de los riesgos de infecciones, pérdida de sangre y tiempos de recuperación prolongados para las madres. Además, los procedimientos repetidos de cesárea representan riesgos para futuros embarazos, incluyendo complicaciones como la ruptura uterina y la placenta accreta. Además, los bebés nacidos por cesárea pueden enfrentar mayores riesgos de problemas respiratorios y perderse la exposición microbiana beneficiosa que se produce con los partos vaginales. La creciente prevalencia de partos por cesárea no solo impacta a las familias individuales, sino que también impone una carga financiera significativa al sistema de salud. La profesora Taing señala que las instalaciones de atención terciaria, como el Hospital Lal Ded, a menudo están abrumadas debido a la alta demanda de cesáreas, lo que resulta en referencias innecesarias de pacientes de otros hospitales. A medida que Jammu y Cachemira navegan por las complejidades que rodean el parto, es crucial que los proveedores de atención médica y los responsables de políticas aborden las razones multifacéticas detrás de las altas tasas de cesárea. Al fomentar una mayor conciencia sobre las prácticas de parto seguro y proporcionar el apoyo adecuado para el parto natural, existe el potencial de reconfigurar el enfoque de la región hacia la salud materna, beneficiando en última instancia a las madres y sus hijos.