Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La experiencia de una familia en Lagos ofrece una conmovedora visión de la creciente crisis en torno al tratamiento del cáncer en Nigeria, donde los costos desorbitados están agravando el ya sombrío panorama de la enfermedad. En los últimos quince años, la familia ha enfrentado un ciclo implacable de duelo, marcado por tres diagnósticos de cáncer, cada uno ocurriendo cada cinco años. Todo comenzó con Chukwuma, un prometedor arquitecto de 24 años, cuya lucha contra el cáncer de médula ósea inició un desgaste financiero y emocional en su familia. A pesar de sus incansables esfuerzos, sucumbió a la enfermedad en 2015. La angustia de la familia se profundizó en 2016 cuando el patriarca fue diagnosticado con cáncer de mandíbula, que más tarde hizo metástasis. Su muerte en 2019 marcó otra devastadora pérdida para la familia. Avanzando hasta 2024, la madre ahora se enfrenta al cáncer de útero avanzado, diagnosticado demasiado tarde para permitirle un rango completo de opciones de tratamiento. Obligada a buscar atención en un centro privado de cáncer en Victoria Island, Lagos, revela los costos asombrosos involucrados, incluyendo una tarifa inicial de hospital de 3.5 millones de nairas, sin incluir la quimioterapia y la radioterapia. “Nos han informado que necesitaré someterme a diez sesiones de radiación, que costarán entre 1.6 millones y 2 millones de nairas,” lamentó. Las desgarradoras luchas financieras de la familia de Chukwuma reflejan una realidad conmovedora a la que se enfrentan muchos nigerianos que luchan contra el cáncer. El Instituto Nacional de Investigación y Tratamiento del Cáncer reporta que Nigeria registra más de 120,000 nuevos casos de cáncer anualmente, con expertos como Francis Durosinmi-Etti destacando una preocupante tendencia de diagnósticos tardíos, que obstaculizan gravemente los resultados de tratamiento efectivos. Durosinmi-Etti ha notado un aumento significativo en los casos, incluyendo un preocupante incremento en el cáncer colorrectal entre individuos más jóvenes, e incluso los niños no están exentos de esta aflicción. El costo del tratamiento sigue siendo una barrera profunda para muchas familias. Con sesiones de quimioterapia que cuestan más de un millón de nairas, y tratamientos avanzados como Radium-223 para el cáncer de próstata alcanzando la asombrosa cifra de 88 millones de nairas por seis ciclos, el impacto financiero es abrumador. El aumento de los costos del cuidado del cáncer proviene de una fuerte dependencia de equipos médicos importados y de la falta de una infraestructura de salud pública adecuada. La devaluación de la moneda de Nigeria solo ha agravado estos problemas, haciendo que los tratamientos sean cada vez más inasequibles para el nigeriano promedio. La historia de Elizabeth Awo-Ejeh ofrece un rayo de esperanza en medio de la desesperación. Después de someterse a ocho ciclos de quimioterapia y 25 sesiones de radiación por cáncer de mama, ahora se encuentra en remisión, un estado que reconoce puede ser temporal. Su camino estuvo lleno de tensiones financieras, lo que la llevó a recurrir a las redes sociales en busca de apoyo. Afortunadamente, una fundación contra el cáncer respondió, brindándole asistencia financiera crítica que la ayudó durante su tratamiento. Ahora, Elizabeth está utilizando su experiencia para abogar por la detección temprana y los autoexámenes, subrayando el potencial para salvar vidas de una intervención oportuna. “La detección temprana salvó mi vida, y quiero que otros sepan que también puede salvar la suya,” compartió. Durosinmi-Etti hace eco de este sentimiento, abogando por un futuro en el que la detección temprana se convierta en la norma y el acceso a tratamientos asequibles esté al alcance de todos los nigerianos. Llama a intervenciones urgentes destinadas a reducir los gastos de bolsillo, negociar precios más bajos de medicamentos y mejorar la conciencia pública sobre la prevención del cáncer. A medida que la carga del cáncer continúa aumentando en Nigeria, las historias de familias como la de Chukwuma y Elizabeth destacan no solo las luchas personales que enfrentan, sino también los desafíos sistémicos que exigen atención urgente. En una nación rica en potencial, la lucha contra el cáncer debe ser abordada con compasión, innovación y un compromiso para asegurar que cada nigeriano tenga acceso a los tratamientos que tanto necesitan para salvar sus vidas.