La comunidad se une para rescatar al caniche mestizo Lyle después de 27 días de incertidumbre.

Después de 27 largos días de incertidumbre, Lyle, un mestizo de caniche marrón, finalmente ha regresado a la seguridad, para alivio de su familia de acogida y un dedicado equipo de voluntarios de la organización benéfica de rescate animal con sede en Kelowna, Paws It Forward. La odisea de Lyle comenzó el 22 de noviembre, cuando logró escapar de su familia de acogida, lo que llevó a un esfuerzo comunitario para localizarlo. Charlotte, una apasionada voluntaria de Paws It Forward, compartió la alegre noticia de la captura de Lyle la noche del 19 de diciembre. "Hoy a las 6:02 p.m. lo atrapamos", informó, evidenciando su agotamiento mientras acunaba al cachorro, ahora envuelto cómodamente en una manta cálida. "Finalmente podemos descansar", agregó, expresando el inmenso alivio que sentían todos los involucrados en la búsqueda. El mes pasado había sido un torbellino de actividad para Charlotte, sus compañeros voluntarios y la comunidad. Trabajaron incansablemente, dedicando innumerables horas a buscar en el extremo norte de Kelowna, donde se había visto a Lyle por última vez. A pesar de las difíciles circunstancias, el espíritu de trabajo en equipo y determinación brilló intensamente. “Nos hemos quedado asombrados por el apoyo de la comunidad este último mes”, dijo Charlotte. “Fue un trabajo enorme con más de cien voluntarios uniéndose para ayudarnos a llevar a Lyle a casa”. La búsqueda fue un esfuerzo comunitario, marcado por vecinos que informaban avistamientos y voluntarios que caminaban durante horas, colgando carteles y tocando puertas con la esperanza de encontrar al perro perdido. Notablemente, un voluntario dedicado incluso utilizó un dron para ayudar en la búsqueda aérea de Lyle. El salvador de Lyle fue Mike, un residente de Glenmore que había estado cuidando al cachorro perdido sin saberlo, alimentándolo mientras deambulaba libre. Una vez que Mike se enteró de que Lyle era un perro desaparecido de Paws It Forward, rápidamente recibió a los voluntarios en su propiedad, permitiéndoles instalar cámaras y una trampa para capturar al nervioso perro. Ahora, a salvo en manos de Paws It Forward, Lyle parece estar en buena salud y será llevado a un chequeo veterinario para asegurarse de que esté físicamente bien después de su prolongada aventura. A medida que se acerca la temporada navideña, esta conmovedora historia sirve como recordatorio del poder de la comunidad y la compasión. Para Lyle y los voluntarios que se unieron para llevarlo a casa, esta noche será una noche de merecido descanso. Paws It Forward continúa operando con aproximadamente 100 perros en hogares de acogida, todos buscando familias amorosas. Aquellos interesados en apoyar su misión o potencialmente adoptar a un amigo peludo pueden visitar pawsitforward.org. Este caso no solo resalta la importancia del rescate animal y la participación comunitaria, sino que también encarna el espíritu de esperanza que resuena durante esta temporada festiva.