Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un cambio significativo en las prácticas de atención médica, las visitas virtuales por infecciones del tracto urinario (ITU) han aumentado más del 600% entre 2015 y 2022, marcando un incremento dramático del 325.9% en el total de encuentros por ITU. A pesar de esta tendencia al alza en el uso de la telemedicina, un estudio reciente plantea preocupaciones cruciales sobre las prescripciones de antibióticos, revelando que la tasa de dispensación de antibióticos ha aumentado en un 227.3% por cada 1000 pacientes. Esta escalada en el uso de antibióticos supera significativamente el crecimiento del 159.8% en cultivos de orina positivos, lo que provoca un examen crítico de las implicaciones para la atención al paciente. Los hallazgos, liderados por el Dr. Ghanshyam Yadav de Kaiser Permanente Southern California, destacan una desconexión preocupante entre la conveniencia de la telemedicina y los principios de la administración responsable de antibióticos. A medida que los sistemas de salud se adaptan a la demanda de atención virtual, el estudio enfatiza la necesidad urgente de reevaluar los protocolos de tratamiento para asegurar que el aumento en el acceso no comprometa la calidad de la atención ni agrave el problema de la resistencia a los antibióticos. Los autores del estudio abogan por guías clínicas actualizadas que alineen mejor las prácticas de atención virtual con los principios del uso responsable de antibióticos. Subrayan la importancia de equilibrar los beneficios de la telemedicina con la necesidad de mantener una supervisión vigilante sobre las prácticas de prescripción de antibióticos. Un editorial adjunto del Dr. Nazema Y. Siddiqui refleja estos sentimientos, llamando la atención sobre el enfoque histórico de la investigación de ITU. Siddiqui señala que el paradigma predominante se ha centrado en identificar bacterias dañinas, en lugar de investigar las defensas naturales del cuerpo contra las infecciones. Sin embargo, la naturaleza retrospectiva del estudio plantea preguntas sobre sus limitaciones. Realizado dentro de una única organización de mantenimiento de la salud, los hallazgos pueden no ser generalizables a poblaciones o entornos de atención médica más amplios. Además, el diseño del estudio no tuvo en cuenta los efectos de agrupamiento a nivel de pacientes y clínicos, lo que podría sesgar los resultados. El respaldo financiero para la investigación provino de una subvención del Comité Regional de Investigación de Kaiser Permanente Southern California, aunque algunos autores han divulgado posibles conflictos de interés, incluyendo regalías de un servicio de información médica. A medida que la telemedicina continúa desempeñando un papel cada vez más central en la gestión de problemas de salud comunes como las ITU, se llama a la comunidad de atención médica a reflexionar sobre estos hallazgos. Existe una necesidad esencial de un equilibrio que no solo aproveche los beneficios de la atención virtual, sino que también priorice las implicaciones para la salud del uso excesivo de antibióticos. El llamado a la acción es claro: a medida que abrazamos el futuro de la prestación de atención médica, también debemos seguir siendo guardianes vigilantes de las prácticas médicas que protegen tanto a los pacientes como a la salud pública.