Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el bullicioso mundo de las Grandes Ligas de Béisbol, los New York Mets se han posicionado como un refugio emergente para los lanzadores que buscan revivir sus carreras. La reciente firma de Frankie Montas por un contrato de dos años y 34 millones de dólares subraya esta tendencia, ya que el diestro se inspira en los éxitos de sus excompañeros, Sean Manaea y Luis Severino, quienes han prosperado dentro de la infraestructura de lanzadores de los Mets. Durante una reciente videollamada, Montas reflexionó sobre las experiencias positivas que Manaea y Severino compartieron con él, destacando el compromiso de los Mets con el desarrollo y la salud de los jugadores. “Esa fue una de las cosas que me convencieron de los Mets”, dijo Montas. “Estuve fuera un año, volví este año. Estoy tratando de volver a ser el de antes. Estoy tratando de volver a salir y hacer que la gente se sorprenda, para ser honesto.” Tanto Manaea como Severino iniciaron sus trayectorias con los Mets en busca de rejuvenecimiento tras temporadas desafiantes, y ambos han emergido con logros significativos. La sólida actuación de Severino, que incluyó una efectividad de 3.91 en 31 aperturas, le valió un lucrativo contrato de tres años con los Athletics. Mientras tanto, la destacada actuación de Manaea como el mejor lanzador de los Mets, con una efectividad de 3.47 en 32 aperturas, lo colocó en una posición óptima para negociar un contrato multianual atractivo tras optar por salir de su acuerdo. Bajo la dirección del presidente de operaciones de béisbol, David Stearns, los Mets han adoptado un enfoque disciplinado hacia sus adquisiciones de lanzadores, equilibrando la necesidad de talento con la responsabilidad fiscal. La estrategia de la organización parece estar dando frutos, ya que su reciente historial la ha convertido en un destino atractivo para lanzadores como Montas, quien está ansioso por reconstruir su carrera tras enfrentar desafíos por lesiones. Montas, quien dividió su temporada 2024 entre los Cincinnati Reds y los Milwaukee Brewers, reflexiona sobre su evolución como lanzador. Tras registrar una efectividad de 4.84 y ponchar a 148 bateadores, realizó ajustes notables que incluyeron aumentar el uso de su sinker, un lanzamiento que ha demostrado ser su arma destacada. Con una renovada confianza en su brazo, Montas notó un aumento significativo en la velocidad, lo que sugiere que está recuperando su antigua destreza en el montículo. “El mayor ajuste que hice fue probablemente confiar en mi brazo”, explicó. “Solo decirme: ‘Oye, lo que tenías está solucionado, solo sal y déjalo fluir’. Ahí es cuando ves el aumento de la velocidad, mi ángulo de brazo era más alto... finalmente teniendo un brazo sano, sin tener que preocuparme por la recuperación.” A medida que Montas se une a una rotación que incluye talentos consolidados como Kodai Senga y David Peterson, los Mets mantienen sus opciones abiertas para más adiciones. La organización está supuestamente interesada en asegurar más lanzadores abridores con contratos garantizados para fortalecer su plantilla. Con la cláusula de salida de Montas después de la temporada 2025, los Mets están estratégicamente situados para evaluar sus opciones en el futuro mientras continúan cultivando una sólida cultura de lanzadores. La narrativa general que rodea a los Mets es una de resiliencia y oportunidad. El éxito de Montas, Severino y Manaea sirve como un faro para otros lanzadores que buscan recuperar sus carreras. Con los Mets enfatizando su dedicación al desarrollo y la salud de los jugadores, la fe de Montas en la organización refleja una tendencia creciente entre los lanzadores que buscan aprovechar su potencial dentro de un marco de apoyo. La emoción de Montas por la próxima temporada es palpable. “No tuvieron más que cosas buenas que decir sobre la forma en que hacen las cosas”, comentó, reflexionando sobre sus interacciones con el equipo. “Pude ver un poco cuando estuve en Nueva York estos días, la manera en que hacen las cosas, cómo preparan a los chicos, cómo te ayudan con tu recuperación... definitivamente estoy muy emocionado por el próximo año y ver cuánto pueden ayudarme a mejorar mi juego.” A medida que se acerca la temporada 2024, los Mets no solo están construyendo una plantilla; están cultivando una marca: una reputación como destino para lanzadores en ascenso. Con cada nueva firma, refuerzan su compromiso de crear un entorno donde el talento pueda florecer, la curación pueda ocurrir y las carreras puedan resucitarse.