El caos estalla alrededor del Hospital Kamal Adwan mientras la violencia cobra vidas en el norte de Gaza.

En una devastadora escalada de violencia, los ataques aéreos israelíes y el fuego terrestre alrededor del Hospital Kamal Adwan en Jabaliya, en el norte de Gaza, resultaron en numerosas bajas en la madrugada del viernes, según el director del hospital. El Dr. Hussam Abu Safiya informó que, aunque los ataques aéreos directos no impactaron inicialmente a quienes se encontraban dentro del hospital, el posterior intenso tiroteo llevó al caos y la tragedia. Con el amanecer, el Dr. Safiya describió una escena aterradora donde los cuerpos yacían esparcidos en las calles que rodean la instalación, con varios miembros del personal médico entre los fallecidos. "La situación dentro y alrededor del hospital es catastrófica", afirmó, enfatizando el crítico estado de los suministros médicos y el abrumador número de heridos que necesitan atención urgente. El número exacto de bajas sigue sin verificarse, pero es probable que la cifra sea significativa dada la magnitud de la violencia. El representante principal de la Organización Mundial de la Salud para los territorios palestinos, el Dr. Rik Peeperkorn, confirmó los informes de bombardeos intensos cerca del hospital, junto con una operación militar israelí que ordenó la evacuación forzada de pacientes y personal. Señaló que las órdenes de evacuación provocaron un considerable pánico, lo que contribuyó al aumento del número de bajas mientras las personas intentaban huir en medio del caos. El Hospital Kamal Adwan, una de las últimas instalaciones médicas operativas en el norte de Gaza, ha estado bajo una creciente presión a lo largo del conflicto en curso. El hospital ha enfrentado repetidas acciones militares israelíes, con afirmaciones del ejército israelí sugiriendo que Hamas lo ha utilizado como base de operaciones, una afirmación que las autoridades locales niegan firmemente. La instalación ha visto su personal reducido a un puñado de individuos capaces de atender a más de un centenar de pacientes, con muchos residentes locales también buscando refugio dentro de sus muros. El Dr. Safiya relató las desgarradoras secuelas de los ataques, señalando que los generadores de oxígeno del hospital habían sido dañados y que solo quedaban dos cirujanos inexpertos para manejar los casos críticos que enfrentaban. La situación se complicó aún más con la salida forzada de un equipo médico de emergencia de Indonesia, que había llegado recientemente para ayudar. En los días previos a los ataques del viernes, el ejército israelí había intensificado sus operaciones en la zona, lo que llevó a importantes bajas, incluida la trágica muerte de un paciente de 16 años que fue disparado mientras era transportado al departamento de radiología. Los informes indican que el hospital ya había soportado múltiples ataques, incluido un ataque con drones solo un día antes. Las complejas dinámicas en la región complican la contabilización de bajas, ya que las autoridades de Gaza no siempre diferencian entre combatientes y no combatientes. Sin embargo, el impacto humanitario de la violencia es innegable, con el personal médico abrumado y los recursos críticamente limitados. A medida que el conflicto continúa, la situación de los que están en Gaza subraya la urgente necesidad de atención internacional y diálogo orientado a salvaguardar las instalaciones médicas y garantizar el acceso a atención para quienes sufren en medio de la guerra. Los eventos que rodean el Hospital Kamal Adwan sirven como un recordatorio contundente del costo humano de las hostilidades en curso en la región.