Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una conmovedora historia de resiliencia y defensa, una madre de Chorley está causando revuelo por su incansable campaña para mejorar el diagnóstico de hidrocefalia, una condición caracterizada por la acumulación de líquido cefalorraquídeo en el cerebro. El viaje de Victoria comenzó con el nacimiento de su hijo, Seb, quien fue diagnosticado con un quiste en el cerebro poco después de su llegada. Sin embargo, pasaron diez agotadores meses antes de que se le diagnosticara con precisión hidrocefalia, un retraso que ha encendido su pasión por el cambio. Desde el principio, Victoria sintió que algo no estaba bien con su bebé. A pesar de que Seb alcanzó algunos hitos de desarrollo—se sentó a los seis meses—mostró comportamientos que alarmaron a su madre. “Siempre se caía… siempre fue un bebé muy inquieto,” recordó, subrayando la intuición que muchos padres comparten cuando sienten que algo no está del todo bien con su hijo. A pesar de abogar por la salud de Seb y expresar sus preocupaciones a los profesionales de salud locales, Victoria fue tranquilizada repetidamente de que todo era normal. Sin embargo, cuando Seb comenzó a vomitar diariamente y dejó de gatear a los nueve meses, las preocupaciones de Victoria se intensificaron, lo que llevó a una ecografía en el Hospital Real de Preston. Fue durante esta visita que se reveló el devastador diagnóstico de hidrocefalia, lo que llevó a una transferencia frenética al Hospital Infantil de Manchester para una cirugía de emergencia en el cerebro. La experiencia de Victoria destaca un problema crítico en la atención pediátrica: la necesidad de diagnósticos oportunos y precisos. “No tenía idea de qué era [la hidrocefalia]. Nunca había oído hablar de ello,” declaró, reflejando el shock y la confusión que muchos padres enfrentan al navegar por condiciones médicas tan serias. Tras una serie de cuatro operaciones y la inserción de un shunt—un pequeño tubo utilizado para drenar el exceso de líquido—Seb es ahora un niño de tres años y medio lleno de energía, pero el viaje ha dejado una marca indeleble en Victoria. En respuesta a sus experiencias personales, Victoria ha asumido un papel de liderazgo dentro de la campaña nacional Get-a-Head, que es impulsada por la organización benéfica Harry's HAT (Hydrocephalus Awareness Trust). La campaña aboga por un enfoque proactivo en el monitoreo de recién nacidos, instando al gobierno a considerar la implementación de un programa para medir la cabeza durante el primer año de vida. Esta iniciativa tiene como objetivo detectar problemas potenciales desde el principio, ayudando a prevenir retrasos en el diagnóstico y tratamiento como los que experimentó Seb. Un portavoz del Departamento de Salud (DfE) ha declarado que el gobierno emplea un "enfoque basado en riesgos" de acuerdo con "las pautas clínicas". Sin embargo, la campaña de Victoria subraya la urgente necesidad de medidas de detección más completas que podrían salvar a innumerables familias de experiencias angustiosas similares. A medida que Victoria continúa su labor de defensa, no solo está luchando por su hijo, sino por todos los niños que pueden estar sufriendo en silencio debido a condiciones no diagnosticadas. Su historia sirve como un poderoso recordatorio de la vital importancia de escuchar a los padres y tomar sus preocupaciones en serio, asegurando que cada niño reciba la atención oportuna que merece.