Enfermeras y parteras en NSW hacen huelga por un salario justo, hospitales se preparan para el impacto.

Las enfermeras y parteras de Nueva Gales del Sur (NSW) han llevado a cabo una huelga significativa, dejando a los hospitales preparados para tiempos de espera prolongados y anticipadas cancelaciones de cirugías. La huelga, que abarca 12 horas el martes, fue provocada por la negativa del gobierno a aprobar demandas de un aumento salarial del 15%. En respuesta, las autoridades han emitido advertencias al público para que mantenga las ambulancias y los departamentos de emergencia libres de casos menores, con el fin de aliviar la presión sobre las instalaciones de salud. El primer ministro Chris Minns ha contrarrestado las afirmaciones de que su administración está descuidando los salarios de las enfermeras. Enfatizó que el aumento salarial que buscan los representantes sindicales superaría el presupuesto anual destinado a toda la fuerza policial. “Si implementáramos un aumento del 15% en un año, costaría $6.5 mil millones, eso es más de lo que gastamos en toda la fuerza policial en un año”, declaró Minns en una entrevista. Defendió la oferta del gobierno de un aumento del 10.5% en tres años como un compromiso justo. A pesar de una orden de la comisión de relaciones laborales el lunes para cancelar la huelga, se espera que las manifestaciones continúen en 16 ubicaciones, incluyendo Albury, Newcastle y Tamworth, mientras los líderes sindicales expresan su frustración con la gestión del gobierno en las negociaciones salariales. Shaye Candish, la secretaria general de la Asociación de Enfermeras y Parteras de NSW, criticó al gobierno por no abordar no solo las preocupaciones salariales inmediatas, sino también el problema más amplio de la brecha salarial de género dentro del sector de salud pública. Con tres de cada cuatro trabajadores de salud pública en NSW siendo mujeres, se informa que los salarios medianos en esta fuerza laboral están un 3.2% por debajo de los de sus contrapartes masculinas. El sindicato argumenta que un aumento salarial inmediato podría financiarse a través de la recuperación de $3 mil millones en fondos de salud de la Commonwealth que se han perdido, una afirmación que el gobierno no ha disputado públicamente. Sin embargo, Minns sostiene que un aumento salarial considerable sentaría un precedente, llevando a otros trabajadores del sector público—incluidos policías, maestros y oficiales de correcciones— a exigir aumentos similares. El Ministro de Salud, Ryan Park, ha preparado al público para las ramificaciones de la huelga, aconsejándoles que utilicen servicios de salud alternativos como Healthdirect, clínicas de atención urgente y consultas de telemedicina durante la interrupción. Reconoció que, aunque se mantendrá un personal mínimo, los tiempos de espera más largos en los departamentos de emergencia y las cancelaciones de cirugías planificadas son inevitables debido a la acción industrial. Candish expresó la gravedad de la situación que enfrentan las enfermeras y parteras, afirmando que la huelga no fue una decisión tomada a la ligera. “Se esfuerzan por brindar atención compasiva y de alta calidad a nuestros pacientes todos los días, pero la negativa del gobierno de NSW a valorarnos y presentar una oferta decente nos ha dejado sin opción”, comentó. La huelga de enfermeras es la más reciente en una serie de conflictos laborales que enfrenta el gobierno laborista, que logró negociar un aumento salarial del 4% por un año con la mayoría de los sindicatos del sector público a principios de este año. Sin embargo, este conflicto actual destaca los desafíos que Minns enfrenta para equilibrar la responsabilidad fiscal con las necesidades urgentes de los trabajadores en primera línea. A medida que aumentan las apuestas, el gobierno debe navegar por un paisaje delicado que podría ver a otros sindicatos movilizándose por demandas similares, lo que podría llevar a más disturbios en todo el sector público. Además, el sindicato de trabajadores ferroviarios ha señalado su propio descontento, amenazando con acciones a menos que se reduzcan las tarifas ferroviarias, lo que indica que los desafíos de Labor con las relaciones laborales están lejos de resolverse. A medida que la situación se desarrolla, el impacto en el sistema de salud de NSW y en el sector público en general será monitoreado de cerca tanto por el gobierno como por la comunidad.