Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El conflicto en escalada en Gaza ha llevado a una crisis humanitaria que complica los esfuerzos para combatir un resurgimiento de la polio, una enfermedad que alguna vez estuvo casi erradicada en muchas partes del mundo. A medida que las Naciones Unidas se preparan para iniciar una campaña de vacunación significativa, los obstáculos logísticos y de seguridad son abrumadores. La campaña es crucial para proteger a los niños vulnerables de la región, especialmente tras el alarmante diagnóstico de un niño pequeño con poliovirus tipo 2 a principios de este mes: el primer caso confirmado en Gaza desde que el virus fue en gran medida eliminado hace décadas. En un esfuerzo concertado por detener la propagación de esta enfermedad, las agencias de ayuda de la ONU, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, han asegurado un frágil acuerdo con las autoridades israelíes para pausas temporales en las operaciones militares. Esto permite a los trabajadores de la salud administrar de manera segura la vacuna contra la polio en todo el territorio. Con más de 1.2 millones de dosis ya entregadas desde Indonesia, la misión tiene como objetivo inmunizar a alrededor de 640,000 niños menores de diez años. Los expertos estiman que se necesita una tasa de vacunación de al menos el 90 por ciento para frenar de manera efectiva cualquier brote potencial. Sin embargo, los desafíos operativos son inmensos. El conflicto en curso ha devastado la infraestructura de Gaza, dejando muchas áreas en ruinas y a cientos de miles de personas viviendo en refugios temporales precarios. El acceso a instalaciones médicas está severamente restringido, y los trabajadores de la salud enfrentan no solo el peligro físico, sino también la abrumadora tarea de coordinar esfuerzos en un entorno donde el estado de derecho se ha desintegrado. El Dr. Rik Peeperkorn, representante de la OMS en Gaza, enfatizó la urgencia de la situación, afirmando que un equipo dedicado de aproximadamente 2,100 trabajadores de salud y ayuda comunitaria será desplegado en una extensa campaña que abarcará tres días. Estos trabajadores operarán desde aproximadamente 700 instalaciones médicas, clínicas móviles y refugios, todo mientras navegan por las complejidades de una zona de guerra. La administración de la vacuna contra la polio se llevará a cabo durante pausas escalonadas en las operaciones militares, establecidas en nueve horas cada día, en las regiones norte, sur y central de Gaza. A medida que se acerca la campaña de vacunación, crecen las preocupaciones sobre la salud y seguridad de los niños que están en mayor riesgo. La dura realidad es que la ventana para una intervención efectiva es limitada, y sin una vacunación generalizada, la amenaza de una mayor propagación de la polio se cierne sobre la región. El trágico caso del niño pequeño sirve como un recordatorio contundente de los riesgos involucrados. En resumen, la próxima campaña de vacunación contra la polio en Gaza representa una iniciativa de salud pública crítica, aunque desafiante. Su éxito depende de la capacidad para mantener los alto el fuego y garantizar la seguridad de los trabajadores de la salud en medio de la violencia continua. A medida que la comunidad internacional observa de cerca, la esperanza es que la campaña no solo proteja a los niños de Gaza de la polio, sino que también resalte la urgente necesidad de estabilidad y legalidad para asegurar las necesidades de salud de la población a largo plazo.