Gaza enfrenta un resurgimiento de la polio mientras la ONU lanza una campaña de vacunación urgente para niños.

A medida que el mundo continúa lidiando con las repercusiones de los conflictos, la situación en Gaza ha tomado un giro grave con el resurgimiento de la polio, una enfermedad que había sido en gran parte erradicada en muchas regiones. En una carrera contra el tiempo, las agencias de ayuda de la ONU están listas para iniciar una significativa campaña de vacunación contra la polio en Gaza, con el objetivo de salvaguardar la salud de los niños pequeños contra una cepa rara pero peligrosa del virus. La campaña de vacunación comenzará este domingo, tras extensas negociaciones con las autoridades israelíes, que han acordado facilitar breves pausas en las operaciones de combate. Estas pausas permitirán a los trabajadores de la salud llegar a áreas gravemente afectadas por la violencia y proporcionar vacunaciones a los niños vulnerables. Sin embargo, la operación enfrenta desafíos derivados de la destrucción de la infraestructura en la región devastada por la guerra, donde el estado de derecho se ha deteriorado y cientos de miles de personas viven en refugios improvisados o bajo escombros. Esta campaña no es simplemente una medida preventiva; es una respuesta necesaria al alarmante diagnóstico de un bebé que ha contraído el poliovirus tipo 2, el primer caso confirmado en Gaza después de que la enfermedad fuera eliminada en la mayor parte del mundo hace tres décadas. La trágica realidad es que, mientras se intensifican los esfuerzos para proteger a la próxima generación, las consecuencias del conflicto ya han reclamado su primera víctima a esta enfermedad prevenible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF han movilizado una impresionante cantidad de 1.2 millones de dosis de la vacuna contra la polio, procedentes de Indonesia, para vacunar aproximadamente a 640,000 niños menores de 10 años en Gaza. Se están enviando 400,000 dosis adicionales, subrayando la urgencia de esta crisis de salud. Según el Dr. Rik Peeperkorn, el principal representante de la OMS en Gaza, lograr una cobertura de vacunación de al menos el 90 por ciento entre el grupo de edad objetivo es crucial para detener la transmisión del virus. A pesar de los esfuerzos realizados, las realidades logísticas son desalentadoras. El conflicto ha dejado muchas instalaciones clave en ruinas, complicando la distribución de vacunas y la coordinación de los servicios de salud. Los trabajadores de la salud enfrentan la ardua tarea de navegar en entornos peligrosos para asegurarse de que cada niño reciba la inmunización que necesita. Además, el costo psicológico de vivir en una zona de guerra puede dificultar que las familias busquen estos servicios de salud esenciales, perpetuando el ciclo de vulnerabilidad para los niños en Gaza. A medida que la campaña se desarrolla, la comunidad global observa de cerca, consciente de que los riesgos son altos. El resurgimiento de la polio no solo amenaza la salud de la generación actual, sino que también plantea un riesgo de brotes más amplios si la enfermedad se propaga sin control. La situación en Gaza es emblemática de los desafíos más amplios que enfrentan las zonas de conflicto, donde los esfuerzos humanitarios a menudo se ven obstaculizados por la violencia y la inestabilidad. A la luz de estos desafíos, la próxima campaña de vacunación sirve tanto como un faro de esperanza como un recordatorio contundente del profundo impacto que el conflicto armado tiene en la salud pública. A medida que se mantienen los altos el fuego, la urgencia del momento no puede ser exagerada; la salud de los niños de Gaza está en juego, y el mundo debe unirse para apoyar su derecho a un futuro saludable.