Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un caso trágico y sorprendente que ha llamado la atención generalizada, la familia de Jessie Peterson, de 31 años, está demandando al Mercy San Juan Medical Center en Sacramento, California, después de que el hospital supuestamente no les notificara sobre su muerte. Durante casi un año, la familia creyó que ella simplemente había abandonado el hospital en contra del consejo médico, solo para descubrir más tarde que había fallecido mientras estaba bajo el cuidado del hospital. Peterson fue admitida en el hospital el 6 de abril de 2023, debido a complicaciones relacionadas con su diabetes tipo 1. Según su madre, Ginger Congi, Peterson la llamó dos días después expresando la necesidad de un transporte, indicando que iba a salir del hospital. Sin embargo, el hospital posteriormente informó a la familia que ella se había dado de alta el 8 de abril, y después de eso, desapareció sin dejar rastro. La búsqueda incesante de la familia comenzó. Colocaron volantes, hablaron con personas sin hogar en la zona y contactaron a las fuerzas del orden y a las oficinas del forense local con la esperanza de encontrar alguna información. A pesar de sus esfuerzos, no recibieron respuestas hasta el 12 de abril de 2024, cuando la oficina del detective del condado de Sacramento reveló la devastadora verdad: Peterson había muerto en el hospital casi un año antes. La situación empeoró cuando se enteraron de que el cuerpo de Peterson había sido enviado a una instalación de almacenamiento fuera del sitio, donde fue dejado para descomponerse. Los intentos de la familia por localizar sus restos se encontraron con obstáculos, ya que fueron dirigidos de un lado a otro entre la oficina del forense y el hospital, lo que finalmente llevó a la revelación de la funeraria de que su cuerpo había sido encontrado en Mercy San Juan. En su demanda civil, presentada a principios de este mes, la familia de Peterson ha descrito las acciones del hospital como "maliciosas y escandalosas", citando negligencia en el manejo de sus restos y un grave sufrimiento emocional causado por la falta de comunicación del hospital. La demanda alega que la conducta de Mercy San Juan no solo fue negligente, sino también una violación de la dignidad y el respeto que se debe otorgar a los pacientes y sus familias. La familia de Peterson está buscando más de 5 millones de dólares en daños, junto con daños punitivos destinados a responsabilizar al hospital por lo que describen como un comportamiento "egregio y malicioso". Argumentan que la falta del hospital para proporcionar una notificación oportuna sobre su muerte, así como el manejo inadecuado de sus restos, les robó la oportunidad de llorar adecuadamente y de realizar un servicio fúnebre. En respuesta a las acusaciones, Dignity Health, que opera Mercy San Juan, emitió un comunicado expresando condolencias a la familia Peterson, pero se abstuvo de comentar sobre los detalles del litigio en curso. A medida que este caso se desarrolla, plantea profundas preguntas sobre las responsabilidades de las instituciones médicas hacia sus pacientes y las graves consecuencias que pueden surgir de fallos en la comunicación. La angustiante experiencia de la familia Peterson sirve como un doloroso recordatorio de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas dentro del sistema de salud, especialmente en asuntos tan sensibles como la vida y la muerte.