Asia en envejecimiento: Desafíos y oportunidades en un paisaje demográfico en rápida transformación.

Asia en envejecimiento: Desafíos y oportunidades en un paisaje demográfico en rápida transformación.

Asia y el Pacífico enfrentan desafíos y oportunidades debido al rápido envejecimiento, con un aumento del doble en la población mayor de 60 años para 2050, lo que requiere respuestas urgentes en salud y políticas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 18.08.2024

El rápido cambio demográfico que está ocurriendo en Asia y el Pacífico presenta tanto desafíos significativos como oportunidades notables a medida que la población envejece. Se proyecta que el número de personas mayores de 60 años se duplicará en las próximas décadas, y la región enfrenta preguntas apremiantes no solo sobre la sostenibilidad de los sistemas de pensiones, sino también sobre cómo satisfacer adecuadamente la creciente demanda de servicios de atención médica física y mental. Actualmente, un asombroso 57 por ciento de los adultos mayores en la región vive con al menos una enfermedad no transmisible, siendo la hipertensión, la diabetes y las enfermedades del corazón las más prevalentes. Alarmantemente, solo el 40 por ciento de esta demografía recibe chequeos de salud regulares, lo que conduce a niveles preocupantes de problemas de salud no tratados. La salud mental también es una preocupación creciente, ya que casi un tercio de los adultos mayores informa experimentar síntomas depresivos, a menudo exacerbados por sentimientos de soledad y aislamiento social. Este rápido envejecimiento es sin precedentes, ocurriendo en un momento en que las tasas de fertilidad están en caída y antes de que muchos países de la región hayan alcanzado un estatus económico avanzado. Para 2050, se espera que el número de adultos mayores en Asia y el Pacífico se eleve a 1.2 mil millones, aproximadamente el 25 por ciento de la población en áreas en desarrollo. Si bien el aumento de la longevidad es un testimonio del progreso socioeconómico de la región, también requiere respuestas urgentes e innovadoras para garantizar el bienestar continuo de sus ciudadanos mayores. La atención médica es, sin duda, la piedra angular de este bienestar. Una población mayor saludable no solo es crucial para mejorar la calidad de vida, sino también vital para mantener la productividad económica y el compromiso social. Se anticipa que la demanda de servicios de atención médica y de atención a largo plazo aumente, lo que, aunque potencialmente costoso, puede conducir a un “dividendo plateado”. El Banco Asiático de Desarrollo sugiere que capitalizar la capacidad de trabajo no aprovechada de las personas mayores podría aumentar el PIB hasta en un 1.5 por ciento en varias economías asiáticas. La inversión en estrategias de prevención de enfermedades ofrece un camino hacia resultados de salud significativos y beneficios económicos. Las iniciativas comunitarias que promueven estilos de vida más saludables, como la reducción del consumo de tabaco, una mejor gestión de las condiciones crónicas y un aumento de la actividad física, ya han mostrado resultados prometedores. Tales medidas preventivas no solo alivian la carga del sistema de salud, sino que también fomentan una población envejecida más productiva. Sin embargo, los desafíos van más allá de la atención médica. Muchos trabajadores mayores enfrentan la inestabilidad del empleo informal, que a menudo carece de protecciones y los obliga a trabajar en sus años de declive. Además, los datos revelan una preocupante disparidad de género; las mujeres mayores, que sobreviven a sus contrapartes masculinas, se ven desproporcionadamente afectadas por enfermedades crónicas, pero a menudo poseen menos recursos y mecanismos de apoyo para acceder a la atención médica necesaria. Para abordar estos desafíos interconectados, es esencial un enfoque político integral. Ampliar la cobertura de pensiones y garantizar beneficios adecuados, particularmente para las poblaciones más vulnerables, debe ser una prioridad. Además, crear entornos que faciliten el empleo continuo de las personas mayores, como ofrecer incentivos a las empresas para contratar a trabajadores mayores y ajustar políticas de jubilación rígidas, podría empoderar a esta demografía. Asimismo, fomentar una cultura de aprendizaje continuo y planificación financiera para la jubilación será fundamental para equipar a los ciudadanos para enfrentar los desafíos de la vejez. Alentar activamente estilos de vida saludables y el desarrollo continuo de habilidades, los gobiernos pueden sentar una base que promueva la longevidad junto con la productividad. El costo de la inacción es elevado, lo que conduce a una creciente demanda de atención médica, mayor desigualdad y disminución de la cohesión social. Por el contrario, al invertir en la salud y el bienestar de las generaciones mayores, los gobiernos tienen el potencial de cultivar un futuro donde el envejecimiento sea sinónimo de vitalidad y productividad. A medida que Asia y el Pacífico navegan por esta transición demográfica sin precedentes, es imperativo garantizar que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de envejecer bien y vivir vidas plenas. El momento de actuar es ahora, ya que la posibilidad de una población mayor más saludable y productiva está en juego.

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