Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A la luz de la reciente revisión de la Care Quality Commission (CQC), que descubrió una serie de graves errores en la atención de salud mental proporcionada a Valdo Calocane—quien trágicamente terminó matando a tres personas en Nottingham—la urgente necesidad de reforma en el sistema de salud mental de Inglaterra ha sido objeto de escrutinio. Los expertos afirman que, si bien la Ley de Salud Mental (MHA) tiene disposiciones que podrían haber prevenido esta tragedia, una multitud de fallos sistémicos permitieron que ocurriera. El Prof. Sir Simon Wessely, quien preside la revisión independiente de la MHA, señala que los poderes necesarios para obligar a Calocane a recibir tratamiento en contra de su voluntad ya estaban en vigor. Argumenta que el enfoque debería cambiar de cuestionar la necesidad de un cambio legislativo a investigar por qué no se utilizaron los poderes existentes. “La mayoría de la gente estaría de acuerdo en que la probabilidad de la tragedia habría sido sustancialmente menor” si se hubieran aplicado esos poderes. Su afirmación subraya una falta crítica en la aplicación de la MHA más que en su marco. Sin embargo, Wessely reconoce que la reforma sigue siendo vital, ya que los problemas subyacentes que justificaron la revisión no han desaparecido. Las insuficiencias en los servicios de salud mental reflejan una crisis sistémica más amplia que requiere atención inmediata. El Prof. Anthony David del Instituto de Salud Mental de UCL enfatiza la importancia de entender las condiciones graves de salud mental, como la psicosis, que pueden afectar severamente la percepción que tiene un individuo de su propia salud. Argumenta que los profesionales de la salud mental deben recibir una mejor formación para evaluar la capacidad de los pacientes para reconocer su enfermedad. Desafortunadamente, una tendencia entre algunos profesionales a evitar etiquetar los problemas de percepción de los pacientes como “discriminatorios” ha llevado a omisiones críticas en el tratamiento. El Dr. Vishal Bhavsar, psiquiatra especializado en salud mental forense, hace un llamado a un cambio cultural significativo dentro de los servicios de salud mental del NHS. Según él, las intervenciones tardías y la falta de atención a las necesidades de los pacientes y sus familias se han normalizado. Andy Bell, director ejecutivo del Centre for Mental Health, coincide con este sentimiento, destacando que esperar a que las personas alcancen puntos críticos antes de brindar asistencia es un enfoque defectuoso. Los problemas sistémicos se ven agravados por una crónica falta de recursos. Minesh Patel de Mind advierte que el sistema de salud mental está en “punto de quiebre”, subrayando la necesidad de un compromiso para priorizar la atención de salud mental que ha sido históricamente descuidada. Bell añade que décadas de relativo subfinanciamiento en comparación con otros sectores de atención médica han llevado a retrasos significativos en la atención y a altas inapropiadas, que ponen en peligro directamente a los pacientes y a la comunidad en general. La llamada a la reforma de la MHA en sí es apoyada por Brian Dow, director ejecutivo adjunto de Rethink Mental Illness, quien enfatiza que las personas con enfermedades mentales severas a menudo se encuentran atrapadas en una “puerta giratoria” de atención. Aboga por reformas que empoderen a los pacientes con mayor elección y fomenten la confianza en los servicios de salud mental. El Dr. Lade Smith, presidente del Royal College of Psychiatrists, subraya la importancia de la seguridad del paciente y del público como una función central de la MHA, especialmente a raíz de los ataques en Nottingham. Finalmente, Mark Rowland, director ejecutivo de la Mental Health Foundation, aboga por un cambio hacia la atención preventiva en los servicios de salud mental. Señala que el sistema actual subinvierte en prevención, lo que tiene consecuencias trágicas, como se ha visto en el caso de Calocane. En resumen, la revisión de la CQC sobre la atención de salud mental de Valdo Calocane subraya no solo las fallas de un caso individual, sino que apunta a problemas sistémicos dentro de los servicios de salud mental de Inglaterra. Al mejorar la aplicación de las leyes existentes, fomentar una cultura de intervención oportuna, financiar adecuadamente los recursos de salud mental y centrarse en la prevención, la nación puede dar pasos significativos hacia asegurar que tales tragedias no se repitan. El discurso en torno a la reforma es esencial, pero debe estar arraigado en una comprensión de las complejidades de la atención de salud mental y la urgente necesidad de un cambio accionable.