Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un estudio innovador, los investigadores han transmitido un mensaje desalentador sobre el consumo de alcohol entre los adultos mayores, revelando que incluso el consumo moderado de alcohol no confiere los beneficios para la salud cardíaca que se creían existentes durante mucho tiempo y, en cambio, puede aumentar significativamente los riesgos de cáncer. El estudio, que realizó un seguimiento a más de 135,000 adultos de 60 años o más en Gran Bretaña durante una década, presenta una reevaluación drástica de la relación entre el alcohol y la salud, particularmente para las poblaciones vulnerables. La Dra. Rosario Ortolá, autora principal del estudio y profesora asistente de medicina preventiva y salud pública en la Universidad Autónoma de Madrid, enfatizó las implicaciones de sus hallazgos: "No encontramos evidencia de una asociación beneficiosa entre el bajo consumo de alcohol y la mortalidad". Esto desafía la noción de larga data de que el consumo ligero a moderado de alcohol podría ser beneficioso para la salud del corazón, una creencia que ha estado ampliamente arraigada en la conciencia pública durante años. El estudio definió el consumo ligero de alcohol como una ingesta diaria promedio de hasta 20 gramos para los hombres y hasta 10 gramos para las mujeres. Esto es notablemente inferior al estándar estadounidense típico, que define una bebida estándar como 14 gramos de alcohol. Los investigadores encontraron que no había una diferencia significativa en las tasas de mortalidad por enfermedades cardíacas entre los bebedores ligeros o moderados y aquellos que consumían alcohol ocasionalmente. Quizás lo más alarmante es el hallazgo del estudio en relación con los riesgos de cáncer. Se reveló que incluso el consumo ligero de alcohol estaba vinculado a un aumento en las muertes por cáncer entre los adultos mayores, particularmente aquellos con condiciones de salud preexistentes o que vivían en áreas de bajos ingresos. La Dra. Ortolá declaró: "El alcohol probablemente aumenta el riesgo de cáncer desde la primera gota", subrayando la noción de que ninguna cantidad de consumo de alcohol se considera segura en términos de riesgo de cáncer. Estas revelaciones son parte de un cambio más amplio en la metodología de investigación sobre el alcohol, ya que los científicos buscan corregir lo que muchos perciben como graves fallas en estudios anteriores que insinuaban posibles beneficios del consumo. A medida que crece la conciencia sobre los riesgos para la salud asociados con el alcohol, especialmente para los adultos mayores, hay un impulso por examinar más a fondo el impacto del alcohol en la salud pública. Este estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que podría reformular los mensajes de salud pública y las decisiones personales sobre el consumo de alcohol. Las implicaciones son particularmente críticas para las poblaciones mayores, que ya pueden enfrentar numerosos desafíos de salud y a menudo son objeto de marketing para bebidas alcohólicas que promueven la idea de que el consumo moderado es una actividad social inofensiva. A la luz de estos hallazgos, los expertos instan a las personas a reevaluar sus hábitos de consumo de alcohol, especialmente los adultos mayores que pueden haber sido inducidos a creer que el consumo moderado de alcohol podría ser beneficioso. Es un llamado a la acción para que los proveedores de atención médica participen en discusiones sobre el uso de alcohol con sus pacientes mayores, enfatizando que cuando se trata de alcohol, la moderación puede no ser un camino seguro o beneficioso a seguir después de todo.