Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los expertos en salud han dado la voz de alarma sobre la creciente epidemia de VIH en Europa del Este y Asia Central, atribuyendo el empeoramiento de las condiciones al aumento de la influencia rusa en la región. Desde 2010, los nuevos diagnósticos de VIH han aumentado un 20%, y las muertes relacionadas con el SIDA han subido un asombroso 34%, marcando las tasas de crecimiento más rápidas a nivel mundial. La epidemia afecta desproporcionadamente a las "poblaciones clave", que incluyen a personas que se inyectan drogas, trabajadoras sexuales y hombres que tienen sexo con hombres, junto con sus parejas sexuales. Estos grupos enfrentan barreras significativas para acceder a la atención médica, agravadas por una ola de propaganda vinculada a intereses rusos, que siembra dudas sobre estrategias de reducción de daños como la terapia de reemplazo de opioides. Tales terapias son cruciales para reducir las infecciones por VIH entre los usuarios de drogas, pero están bajo ataque, ya que se enmarcan como contrarias a los valores nacionales en los relatos respaldados por Rusia. La situación se complica aún más por las restrictivas leyes de "agentes extranjeros" que han surgido en varios países de Europa del Este, reflejando una tendencia iniciada en Rusia. Estas leyes exigen que las organizaciones benéficas y organizaciones que reciben financiamiento extranjero se registren y cumplan con requisitos de informes difíciles, lo que ha llevado a algunas a retirar sus servicios por completo. Esto ha creado un vacío en el apoyo a aquellos en riesgo de VIH, ya que las organizaciones luchan por navegar en un entorno cada vez más hostil. Michel Kazatchkine, asesor especial de la OMS en Europa, enfatizó que la creciente influencia rusa en los países vecinos es evidente. Señaló que los fondos se están dirigiendo hacia los ministerios de seguridad e interior, promoviendo propaganda que socava las iniciativas de salud pública. Kazatchkine destacó la preocupante situación en Kazajistán, donde un frágil programa de terapia con agonistas opioides está casi cerrado debido a relatos contradictorios presentados al presidente sobre su eficacia y seguridad. El impacto de la influencia rusa se extiende más allá de la política de salud, afectando la vida de muchos en la región. Natalia Nikitenko, exmiembro del parlamento en Kirguistán, señaló que las grandes poblaciones de trabajadores migrantes de Asia Central a menudo enfrentan duras repercusiones por su estado de salud. Aquellos que son VIH positivos o usan drogas son reacios a buscar tratamiento por miedo a ser deportados de regreso a sus países de origen, donde pueden enfrentar criminalización y estigmatización. A pesar de los desafíos, hay destellos de esperanza en áreas específicas como Ucrania, donde los programas nacionales de atención del VIH se han reiniciado tras las interrupciones causadas por la invasión rusa. El país está experimentando un regreso gradual a la adherencia a la terapia entre los pacientes. Sin embargo, Andriy Klepikov, director ejecutivo de la organización benéfica ucraniana Alianza por la Salud Pública, destacó que la guerra ha obligado a las organizaciones a ampliar su enfoque humanitario. Señaló que muchas personas necesitadas están priorizando las necesidades básicas de supervivencia sobre la atención médica, afirmando: "Si alguien pide comida, no puedo decir: 'Lo siento, solo tengo condones para ti.'" A medida que los expertos continúan analizando las implicaciones de la influencia rusa en la salud pública, hay una necesidad urgente de estrategias integrales para combatir la desinformación y garantizar que las poblaciones vulnerables puedan acceder a la atención que necesitan. Los problemas entrelazados de la interferencia política, la percepción pública y el acceso a la atención médica presentan un desafío significativo para el futuro de la prevención y el tratamiento del VIH en Europa del Este y Asia Central.