Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En los últimos años, el mundo ha sido testigo de un aumento alarmante en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, lo que ha tenido consecuencias devastadoras para la sociedad humana y los ecosistemas en todo el planeta. Desde olas de calor abrasadoras hasta lluvias torrenciales e inundaciones, estos eventos extremos han dejado a su paso una estela de destrucción y pérdida de vidas. Las olas de calor han azotado diversas regiones, desde Asia hasta Europa y América del Norte. En India, la capital Nueva Delhi ha registrado temperaturas superiores a los 40 grados centígrados durante 38 días consecutivos, con más de 110 muertes relacionadas con el calor. En la Franja de Gaza, el calor ha generado una crisis de salud pública, con un aumento alarmante de casos de diarrea debido a problemas de contaminación del agua y alimentos. En Europa, ciudades como Roma han emitido alertas rojas por altas temperaturas, advirtiendo sobre los riesgos para la salud de las personas vulnerables. En Estados Unidos, los incendios forestales causados por la ola de calor han afectado a millones de personas y han puesto en peligro vastas extensiones de bosques. Pero no solo las altas temperaturas son motivo de preocupación. Las lluvias intensas y las inundaciones también han causado estragos en países como Bangladesh y América Latina, dejando a su paso devastación y sufrimiento. Más de un millón de personas se han visto afectadas en Bangladesh, con cientos de escuelas inundadas y miles de niños en riesgo. Además, el cambio climático también se manifiesta en fenómenos como tormentas de nieve y frío extremo, que han afectado a regiones de América del Norte, Europa y Asia. La reducción del hielo marino en el Ártico y las fuertes nevadas han tenido impactos significativos en la infraestructura, la agricultura y el suministro de energía en estas áreas. Los científicos coinciden en que el calentamiento global es uno de los principales impulsores de estos eventos extremos, exacerbado por las actividades humanas que generan emisiones de gases de efecto invernadero. Se necesita una acción urgente a nivel internacional para abordar el cambio climático y reducir las emisiones, con la esperanza de limitar el aumento de la temperatura global. Ante la gravedad de la situación, la ONU ha llamado a la cooperación internacional y a la adopción de medidas concretas para combatir el cambio climático. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido sobre la urgencia de la crisis climática y la necesidad de tomar medidas significativas para garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras. La promoción del desarrollo sostenible y la transición hacia fuentes de energía limpias son pasos cruciales en la lucha contra los fenómenos meteorológicos extremos y el calentamiento global que amenazan nuestro planeta.