Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un sismo de magnitud 7 sacudió el sur de Perú, generando alerta y tensión en la población local. El Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) reportó que la magnitud del sismo fue de 7,2, con su epicentro ubicado a 8 kilómetros al este del distrito de Atiquipa, en el departamento de Arequipa. Esta situación desencadenó una serie de acontecimientos que mantuvieron en vilo a los habitantes de la zona afectada. El presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, indicó que el terremoto, a pesar de tener una profundidad superficial y estar alejado de la costa, provocó un intenso movimiento del suelo. Este sacudimiento alertó a la población, obligando a muchos a abandonar sus hogares como medida preventiva, según explicó Tavera a medios locales. Por su parte, el alcalde de Caravelí, Roberto Soto, informó sobre deslizamientos en las vías, caídas de cercos y construcciones rústicas en la zona tras el sismo. Asimismo, se reportó que en la provincia de Caravelí, el mar se retiró 15 metros, lo que aumentó el temor de la población ante la posibilidad de un nuevo sismo. La magnitud del impacto se extendió hasta los departamentos de Ica y Lima, donde también se percibió el temblor. Ante la situación, las autoridades peruanas, desde la Presidencia y el Ministerio de Salud, se encuentran evaluando los posibles daños y coordinando acciones para hacer frente a la emergencia. Hasta el momento, se han reportado tres heridos leves como consecuencia del movimiento telúrico, lo que ha generado una alerta generalizada en la región. La noticia que desató mayor preocupación fue la alerta de tsunami emitida por la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra, en colaboración con el Centro Nacional de Alertas de Tsunamis. Se pronosticó un riesgo de olas de tsunami de 1 a 3 metros por encima del nivel del mar en ciertas zonas de Perú, lo que mantuvo en vilo a la población costera. El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) emitió un comunicado detallando los horarios estimados de llegada de las primeras olas del tsunami a lo largo del litoral peruano, con el objetivo de preparar a la población ante el posible impacto. Sin embargo, posteriormente se descartó la alerta de tsunami, brindando un alivio momentáneo a la comunidad, aunque se mantuvo la vigilancia. En medio de la incertidumbre, las réplicas del sismo de magnitud 7,0 no se hicieron esperar. El IGP reportó varias réplicas en las horas posteriores al evento principal, siendo la más notable una de magnitud 4,4. Estos movimientos telúricos mantuvieron en alerta a la población y resaltaron la importancia de estar preparados para situaciones de emergencia. A pesar de la tensión y los daños materiales registrados, las autoridades peruanas, tanto a nivel local como nacional, han hecho un llamado a la calma y han asegurado que se están tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la población afectada. En medio de la incertidumbre, la solidaridad y la preparación son fundamentales para afrontar eventos sísmicos de esta magnitud y minimizar sus impactos en la sociedad.