Réplicas de sismo en Caravelí mantienen en vilo a población peruana

En las últimas horas, la provincia peruana de Caravelí, en la región sureña de Arequipa, ha sido sacudida por seis réplicas que rondaron la magnitud 4 luego del sismo de magnitud 7 que ocurrió en la madrugada de un viernes. Estos eventos telúricos han mantenido en vilo a la población local y han generado preocupación en todo el país. La última réplica, con una magnitud de 4,4, se sintió a las 8:26 hora local y tuvo su epicentro a 47 kilómetros al suroeste del distrito de Yauca en Caravelí, según el Centro Sismológico Nacional del Instituto Geofísico del Perú (IGP). Esta réplica se sumó a otras cinco que se habían registrado anteriormente, todas con magnitudes considerables que han mantenido en alerta a las autoridades y a la población. Una de las réplicas más significativas, con magnitud 4,6, se produjo a las 2:05 hora local, con su epicentro a 35 kilómetros al suroeste de Yauca. Estos eventos han generado temor entre la población, especialmente por la posibilidad de que se registren daños adicionales a los ya reportados tras el sismo inicial. El sismo de magnitud 7 ha dejado, hasta el momento, un saldo de 9 heridos leves, además del corte de electricidad que ha afectado a más de 3.500 usuarios. Asimismo, se han reportado daños menores en puentes, vías y casas en la región. La presidenta Dina Boluarte ha expresado su preocupación y ha instado a la población a mantener la calma ante las réplicas que continúan sacudiendo la zona. Perú se encuentra en una región conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se concentra la mayor actividad sísmica a nivel mundial. Esta ubicación geográfica expone al país a la constante amenaza de terremotos y movimientos telúricos de gran magnitud, lo que implica la necesidad de contar con sistemas de alerta temprana y planes de emergencia efectivos. El recuerdo del devastador terremoto de 2007, que golpeó la ciudad costera de Pisco con una magnitud de 7,9, sigue latente en la memoria de los peruanos. Aquel evento dejó más de 500 fallecidos y cuantiosas pérdidas materiales, evidenciando la vulnerabilidad del país frente a este tipo de desastres naturales. Ante la actual situación, es fundamental que las autoridades mantengan una comunicación clara con la población, brindando información precisa y actualizada sobre la evolución de la situación y las medidas de prevención a seguir. La respuesta oportuna y coordinada ante eventos sísmicos es clave para minimizar el impacto en la población y garantizar su seguridad. En este contexto, la solidaridad y la colaboración entre la ciudadanía, las instituciones gubernamentales y las organizaciones de ayuda humanitaria resultan fundamentales para hacer frente a las consecuencias de estos desastres naturales. La prevención y la preparación son pilares clave en la gestión de riesgos sísmicos, y es responsabilidad de todos contribuir a crear una sociedad más resiliente ante estos eventos impredecibles.