Aumento alarmante de problemas de memoria en España: factores y soluciones

Aumento alarmante de problemas de memoria en España: factores y soluciones

Aunque es uno de los que más comemos, reducir o eliminar su consumo puede hacer que tengamos menos posibilidades de sufrir demencia o alzhéimer.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 13.10.2024

Cada vez son más las voces que alertan sobre el aumento de los problemas de memoria en España, un fenómeno que no solo afecta a la población anciana, sino que también se extiende a grupos más jóvenes. Según datos de Statista, en 2011 había 45.204 personas diagnosticadas con trastornos de memoria en el país, cifra que se ha disparado a 731.974 en 2022. Esta alarmante tendencia ha llevado a expertos a investigar cuáles son los factores que podrían estar contribuyendo a este aumento y cómo se pueden prevenir estas condiciones.


Los síntomas asociados a la pérdida de memoria son variados y pueden manifestarse de diferentes maneras. Desde cambios cognitivos como la dificultad para recordar información o realizar tareas cotidianas, hasta alteraciones psicológicas como la aparición de ansiedad o depresión, los trastornos de memoria no solo impactan a quienes los padecen, sino que también afectan a sus familias y comunidades. Es crucial, por tanto, entender cómo llevar un estilo de vida que favorezca la salud mental y cognitiva.


Un estudio reciente presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2024 ha arrojado luz sobre un alimento en particular que podría estar vinculado con el deterioro cognitivo: la carne roja procesada. Según el estudio, consumir tan solo 28 gramos de este tipo de carne al día podría aumentar el riesgo de demencia en un 14%. Esto genera inquietudes acerca de los hábitos alimenticios de la población española, donde el consumo de embutidos y carnes procesadas es habitual en muchas dietas.


Los efectos nocivos de la carne roja procesada se atribuyen a varios de sus componentes, como los nitratos, sodio y grasas saturadas. Estos ingredientes no solo afectan la salud cognitiva, sino que también se vinculan con otros problemas de salud, como las enfermedades cardíacas. El Instituto Nacional del Cáncer ha indicado que el consumo de carnes rojas puede provocar daños genéticos que incrementan el riesgo de cáncer colorrectal, lo que añade una capa adicional de preocupación para los consumidores.


A pesar de estas alertas, el consumo de carne roja sigue siendo un pilar en la dieta española. La cultura alimentaria del país está profundamente arraigada en platos que incluyen embutidos y carnes, lo que presenta un desafío para la promoción de hábitos alimenticios más saludables. Sin embargo, la creciente evidencia sobre los efectos perjudiciales de estos alimentos podría motivar a los españoles a reconsiderar sus elecciones dietéticas.


Para mitigar el riesgo de pérdida de memoria y otras condiciones de salud, es fundamental adoptar un enfoque proactivo. La Mayo Clinic sugiere una serie de recomendaciones que pueden ser clave para prevenir estos trastornos. Incorporar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el pescado, es esencial para mantener la salud cerebral.


Además de una alimentación adecuada, la actividad física regular también juega un rol crucial en la prevención de la pérdida de memoria. El ejercicio no solo mejora la circulación sanguínea y la salud cardiovascular, sino que también se ha demostrado que tiene un impacto positivo en la función cognitiva. Los expertos enfatizan la importancia de mantener un estilo de vida activo y participar en actividades que estimulen la mente, como leer, aprender un nuevo idioma o jugar juegos de estrategia.


Es evidente que el problema de la pérdida de memoria en España es serio y en aumento. La combinación de factores dietéticos, estilo de vida y una mayor esperanza de vida en la población es una fórmula que podría estar contribuyendo al deterioro cognitivo. Sin embargo, con una mayor concienciación y la adopción de hábitos saludables, aún hay tiempo para cambiar esta tendencia y fomentar una mejor salud mental entre los españoles.


La responsabilidad recae no solo en los individuos, sino también en la comunidad y los responsables de políticas públicas, quienes deben trabajar juntos para promover una alimentación saludable y el bienestar mental. En un país donde la dieta mediterránea ha sido exaltada por sus beneficios para la salud, es hora de recordar que, para preservar la memoria y la salud en general, cada bocado cuenta.

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