Congelación de fondos amenaza avances en la lucha contra el VIH en América Latina

Congelación de fondos amenaza avances en la lucha contra el VIH en América Latina

La congelación de fondos de EE. UU. amenaza avances en la lucha contra el VIH en América Latina, generando preocupación entre organizaciones y activistas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 18.02.2025
En las últimas décadas, América Latina ha conseguido avances significativos en la lucha contra el VIH, gracias en gran parte a la colaboración internacional y a programas de apoyo como el Plan de Emergencia del presidente para el Alivio del SIDA (PEPFAR). Sin embargo, la reciente política de congelación de fondos del gobierno de Donald Trump ha puesto en peligro el progreso alcanzado, generando preocupación entre organizaciones y activistas que trabajan en la primera línea de esta crisis de salud pública. Rosember López, un hombre cuya vida cambió tras recibir un diagnóstico positivo de VIH hace casi 30 años en México, es un testimonio viviente de cómo la falta de recursos puede obstaculizar el acceso a tratamientos vitales. En sus inicios, López se vio obligado a luchar por el acceso a medicamentos antirretrovirales, lo que lo llevó a crear su propia organización, A Helping Hand in the Fight Against AIDS, en Tapachula. Con fondos estadounidenses, su organización ha logrado ofrecer apoyo a muchas personas que, como él, enfrentan el estigma y la falta de acceso a la atención médica. La preocupación de López se intensificó al enterarse de la congelación de fondos a finales de enero, una medida que no solo amenaza su organización, sino que también podría resultar en un aumento de muertes relacionadas con el VIH. "Me hizo recordar los tiempos en que no había apoyo", reflexiona López, advirtiendo que la falta de acceso a tratamientos antirretrovirales podría llevar a un resurgimiento del virus en la región. El PEPFAR, un programa que ha sido fundamental para salvar vidas desde su creación, se ha visto gravemente afectado por la suspensión de ayuda exterior ordenada por Trump. Aunque el Departamento de Estado ha emitido exenciones para la asistencia "para salvar vidas", muchos grupos de ayuda informan que la financiación sigue estancada o es difícil de acceder. Esto ha llevado a una situación insostenible en la que los programas de prevención y tratamiento del VIH se ven obligados a detenerse. El Dr. Craig Spencer, médico de emergencia y profesor de salud pública, advierte que un retraso en los tratamientos podría resultar en un incremento de las infecciones y en la aparición de cepas resistentes al VIH. "Nos estamos disparando en la cara", señala, enfatizando la gravedad de la situación actual. Sin un tratamiento adecuado, millones de personas que tenían su VIH controlado podrían desestabilizarse en cuestión de semanas. Christine Stegling, de ONUSIDA, ofrece una perspectiva alarmante: si el PEPFAR no se reautoriza en los próximos cuatro años, se podrían producir hasta 6,3 millones de muertes relacionadas con el SIDA, un aumento del 400%. La magnitud de esta cifra es suficiente para encender las alarmas de las organizaciones de salud y defensa en toda América Latina, que ven en este escenario un retroceso devastador en los logros alcanzados. Las organizaciones de la región están sintiendo el impacto inmediato de la falta de financiación. En Colombia, por ejemplo, Red Somos, que brinda asistencia a inmigrantes venezolanos con VIH, ha tenido que reducir drásticamente sus operaciones. La imposibilidad de acceder a medicamentos vitales ha dejado a más de 300 personas en un estado crítico, poniendo en riesgo sus vidas. La búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento se ha convertido en una tarea urgente, pero el tiempo corre en su contra. La situación es igualmente alarmante en Haití, donde la organización Zanmi Lasante, que proporciona atención a miles de pacientes con VIH, se encuentra obligada a reducir sus actividades. La falta de fondos también ha limitado su capacidad para ofrecer apoyo psicológico y económico a las familias afectadas, lo que acentúa el desafío al que se enfrentan en un país que depende en gran medida de la financiación estadounidense. A medida que las organizaciones de ayuda en América Latina luchan por sobrevivir, la necesidad de apoyo internacional se vuelve más crítica que nunca. López y otros activistas hacen un llamado a la comunidad internacional para que intervenga y brinde apoyo inmediato. La preocupación compartida es que sin la ayuda necesaria, el progreso en la lucha contra el VIH podría desmoronarse, condenando a millones de personas a una vez más enfrentarse a la adversidad sin los recursos que sus vidas requieren. La congelación de fondos y la incertidumbre sobre el futuro de programas como el PEPFAR representan un duro golpe para una región que ha trabajado arduamente para combatir el VIH. Para muchos, el regreso a la falta de atención y recursos podría significar un viaje de regreso a los peores años de la epidemia. La comunidad internacional debe actuar ahora para evitar que se repita la historia y garantizar que el progreso en la respuesta al VIH no se convierta en un recuerdo del pasado.
Ver todo Lo último en El mundo