Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El año 2024 ha sido un punto de inflexión en el ámbito de la salud, destacándose avances significativos en la lucha contra el VIH y el cáncer. Estos progresos no solo ofrecen nuevas esperanzas a millones de pacientes, sino que también presentan innovaciones que podrían cambiar la forma en que abordamos estas enfermedades en el futuro. Entre los hitos más relevantes se encuentra el desarrollo del lenacapavir, un nuevo tratamiento con el potencial de prevenir la infección por VIH con simplemente dos inyecciones al año. Un ensayo clínico de fase III realizado por médicos de la Universidad Emory ha demostrado que el lenacapavir, comercializado como 'Sunlenca' por Gilead Sciences, puede reducir en un 96% el riesgo de infección por VIH. Este avance es especialmente significativo considerando que los tratamientos actuales requieren una ingesta diaria de antirretrovirales, lo que a menudo afecta la adherencia de los pacientes. La doctora Colleen Kelley, autora principal del estudio, enfatiza que esta nueva inyección podría facilitar un tratamiento más accesible y sostenible para las personas en riesgo de contraer el virus. Sin embargo, a pesar de estos avances, el verdadero desafío radica en hacer que el lenacapavir sea accesible para todas las poblaciones a nivel global. Organizaciones como Onusida han subrayado la importancia de garantizar que esta innovación llegue a quienes más la necesitan, ya que podría representar un cambio radical en la lucha contra la pandemia del VIH. Además de los avances en el VIH, este año se ha producido un notable progreso en el tratamiento de lesiones medulares. Un equipo de investigadores suizos ha logrado que dos pacientes parapléjicos recuperen la capacidad de caminar mediante una técnica de estimulación cerebral profunda aplicada en el hipotálamo lateral. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades en la rehabilitación de pacientes con discapacidades motoras, mostrando que la conexión entre el cerebro y la movilidad puede ser más flexible de lo que se pensaba. Por otra parte, las terapias celulares CAR-T han demostrado su eficacia en el tratamiento de tumores cerebrales en niños. En un ensayo realizado por Stanford Medicine, se observó una reducción significativa en los tumores de varios pacientes, lo que es un avance prometedor en la lucha contra el cáncer pediátrico. Aunque los investigadores son cautelosos respecto a la posibilidad de una cura definitiva, el hecho de que algunos pacientes hayan experimentado una respuesta completa es un motivo de esperanza. El área de la investigación sobre vacunas contra el cáncer también ha progresado notablemente. Un ensayo clínico en pacientes con cáncer de mama triple negativo ha mostrado resultados alentadores utilizando una vacuna de ADN neoantigénico. De las 18 mujeres participantes, 14 mostraron respuestas inmunitarias y 16 permanecen libres de cáncer después de tres años, lo que sugiere que esta vacuna podría ser un paso importante hacia la prevención de recurrencias tumorales. Asimismo, se han llevado a cabo investigaciones con una vacuna para el cáncer de pulmón, la BNT116, que busca fortalecer la respuesta inmune del paciente y eliminar las células tumorales de manera menos tóxica que la quimioterapia. Este enfoque innovador podría representar un cambio en la forma en que tratamos el cáncer de pulmón, con la esperanza de obtener respuestas más duraderas. El cáncer de páncreas, uno de los más letales, también ha sido objeto de atención en 2024. Investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center han presentado resultados prometedores sobre una vacuna terapéutica basada en ARN mensajero, que no solo activa las células inmunitarias, sino que también parece reducir el riesgo de recurrencia del cáncer. Estos hallazgos, aunque preliminares, son un paso adelante en la búsqueda de tratamientos más efectivos y menos invasivos. A medida que se consolida el panorama de la medicina en 2024, es evidente que la investigación y la innovación están transformando el enfoque hacia enfermedades que, hasta hace poco, eran consideradas como sentencias de muerte. La combinación de nuevos tratamientos, como el lenacapavir, y avances en terapias celulares y vacunas, abre un abanico de posibilidades que podrían cambiar la vida de millones de personas en todo el mundo. La comunidad médica y los pacientes están a la espera de que estos tratamientos se hagan accesibles y asequibles. La esperanza es que, al romper las barreras económicas y logísticas, se puedan implementar estos avances innovadores en la atención sanitaria global, permitiendo así que todos gocen de una mejor calidad de vida y de una mayor esperanza en la lucha contra el VIH y el cáncer.