Los funcionarios de salud instan a la precaución ante las preocupaciones por la transmisión de Mpox a mascotas y vida silvestre.

Las discusiones recientes en torno al mpox (anteriormente conocido como viruela símica) han aumentado las preocupaciones sobre su dinámica de transmisión, particularmente la posibilidad de que el virus salte de los humanos a las mascotas y, en última instancia, a la vida silvestre. Aunque el mpox es principalmente una enfermedad zoonótica endémica de ciertas regiones de África, las autoridades de salud de todo el mundo están tomando medidas proactivas para mitigar cualquier riesgo de un brote más amplio. El mpox es un virus que típicamente se propaga de los animales a los humanos a través de contactos esporádicos en la selva, especialmente en naciones africanas donde sigue siendo endémico. Sin embargo, dado que se han registrado casos de transmisión humana en países no endémicos, han surgido preguntas sobre la posibilidad de invertir este ciclo, permitiendo que el virus infecte a animales domésticos y potencialmente se establezca fuera de su hábitat original. Aunque este riesgo se considera teórico, es uno que los funcionarios de salud no están dispuestos a desestimar fácilmente. En varios países, incluidos Estados Unidos y Francia, las autoridades de salud han recomendado precauciones estrictas para las personas diagnosticadas con mpox. Se aconseja a los infectados que minimicen el contacto con sus mascotas y, si es posible, aíslen a sus animales de sus espacios de vida. En Francia, la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Ambiental y Laboral (ANSES) ha emitido directrices específicas que exigen a las personas lavarse las manos antes de interactuar con sus mascotas, usar guantes y mascarillas de un solo uso. Florence Etoré, jefa de la unidad de bienestar animal de ANSES, enfatizó que estas medidas están basadas en protocolos de higiene similares a los establecidos durante la pandemia de Covid-19. La motivación detrás de estas precauciones proviene del deseo de prevenir cualquier posible propagación del virus de los animales domésticos a la vida silvestre, lo que complicaría significativamente los esfuerzos para controlar y erradicar la enfermedad. Si el mpox llegara a establecerse en zonas más templadas, las ramificaciones podrían ser graves, ya que erradicar una enfermedad que ha encontrado un nuevo nicho ecológico es notoriamente complicado. La exitosa erradicación de la viruela, por ejemplo, se logró únicamente porque se transmitía exclusivamente entre humanos. La evidencia actual sobre la transmisión del mpox a las mascotas es limitada, pero ha despertado la curiosidad entre los investigadores. Por ejemplo, en junio de 2022, un estudio de caso del hospital Pitié-Salpêtrière en París documentó un evento de transmisión donde se encontró el virus en un perro perteneciente a una pareja masculina con infecciones confirmadas de mpox. Las lesiones cutáneas del perro contenían una cepa del virus idéntica a la encontrada en uno de los pacientes. Sin embargo, es crucial señalar que, aunque el perro pudo haber llevado el virus, no presentó síntomas de enfermedad. Análisis posteriores de ANSES sugirieron que las mascotas podrían portar el virus durante un corto período sin necesariamente enfermarse, lo que indica un "portador cutáneo" de bajo nivel y de corta duración del virus. Otro incidente similar fue reportado en Brasil en agosto de 2022, lo que subraya aún más la necesidad de vigilancia. A medida que las autoridades continúan navegando por las complejidades de la transmisión del mpox, se centran en prevenir cualquier establecimiento del virus en poblaciones de animales domésticos o silvestres más allá de sus regiones endémicas actuales. Si bien el riesgo inmediato de que el mpox desarrolle una base animal fuera de África sigue siendo limitado, la precaución ejercida por las autoridades de salud sirve como un recordatorio de la interconexión entre la salud humana y animal. A medida que continúan los esfuerzos para monitorear y controlar el virus, la importancia de la higiene y las medidas preventivas no puede ser subestimada. Las lecciones aprendidas tanto del mpox como de la pandemia de Covid-19 destacan la necesidad de estrategias de salud pública robustas para gestionar enfermedades zoonóticas y proteger tanto a las poblaciones humanas como a las animales.