Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el corazón de Lomé, Togo, el salón de belleza de Valérie da Silveira se ha convertido en un santuario inesperado para quienes navegan por las turbulentas aguas de los problemas de salud mental. Durante más de dos décadas, Silveira ha sido una especialista dedicada al cuidado del cabello, trenzando, tejiendo y estilizando el cabello con destreza en su pequeño salón, ubicado en un callejón de tierra. Sin embargo, en el último año, ha asumido un nuevo rol: el de confidente y apoyo emocional para sus clientes. El camino de Silveira hacia el apoyo en salud mental comenzó cuando notó que sus clientes compartían sus luchas durante sus citas. "Antes, cuando algunos de ellos me contaban sobre sus problemas, no sabía qué decirles, excepto que fueran a ver al pastor", reflexionó con una sonrisa melancólica. Al darse cuenta de la importancia de estas conversaciones, comenzó a animar a sus clientes a abrirse, creando un espacio seguro en medio de los conocidos alrededores de su salón, rodeada de productos para el cabello y el reconfortante zumbido de los secadores. Su compasión y disposición para escuchar son indicativas de un movimiento más amplio que está echando raíces en África Occidental. En junio de 2023, Silveira llevó su compromiso más allá al someterse a un entrenamiento de primeros auxilios en trastornos psicosociales, uniéndose a más de 150 peluqueros de Togo, Camerún y Costa de Marfil que han participado en una iniciativa educativa única organizada por la Fundación Bluemind. Este programa busca abordar la urgente crisis de salud mental en la región, donde el apoyo profesional es extremadamente limitado. Las estadísticas son asombrosas. Togo cuenta con solo cinco psiquiatras para una población cercana a los ocho millones, mientras que Camerún ofrece apenas diez para 26 millones de residentes. El continente en su conjunto se encuentra en una situación desesperada, con menos de dos profesionales de salud especializados por cada 100,000 habitantes, un contraste marcado con las recomendaciones de la OMS. Además, los recursos financieros asignados al tratamiento de la salud mental son alarmantemente bajos, promediando menos de $0.50 por persona al año. Las consecuencias de estas carencias en la atención de salud mental son profundas. Los países africanos enfrentan no solo el desafío de sistemas de salud subfinanciados, sino también la carga del estigma social que rodea a los problemas de salud mental. Muchas personas son reacias a buscar ayuda, temiendo el ostracismo social. Marie-Alix de Putter, fundadora de la Fundación Bluemind, comprende personalmente esta lucha. Relató su propia experiencia con el estigma de la salud mental tras el trágico asesinato de su esposo en 2012. A pesar de la desaprobación de su familia al buscar ayuda psiquiátrica, fueron estas consultas las que finalmente le brindaron el apoyo que necesitaba desesperadamente. El vínculo de De Putter con su peluquera durante su periodo de duelo ejemplifica las poderosas conexiones que pueden florecer en estos entornos cotidianos. "Puede parecer extraño, pero pasé mi primera noche como viuda con mi peluquera", anotó. Esta conexión íntima refleja el papel que los peluqueros pueden desempeñar en fomentar la confianza y proporcionar apoyo emocional, actuando a menudo como la primera línea de defensa para quienes lo necesitan. A medida que crece la conciencia sobre los problemas de salud mental en África Occidental, iniciativas como la liderada por la Fundación Bluemind destacan la importancia de integrar el apoyo en salud mental en los espacios comunitarios. Peluqueros como Silveira están asumiendo el vacío dejado por la falta de servicios profesionales, ofreciendo consuelo y comprensión a los clientes en una región donde la atención de salud mental es tanto necesaria como desesperadamente requerida. El camino por delante puede ser largo, pero para quienes como Silveira, el compromiso de apoyar a sus comunidades ya está marcando una diferencia significativa, un trenzado a la vez.