La candidatura de Cristina Kirchner para dirigir al peronismo abre más brechas en la oposición

La candidatura de Cristina Kirchner para dirigir al peronismo abre más brechas en la oposición

El regreso de la también exvicepresidenta argentina a los cargos partidarios está cubierto de una fuerte polémica.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 29.10.2024

La reciente candidatura de Cristina Fernández de Kirchner para presidir el Partido Justicialista (PJ) ha encendido un debate encarnizado en el seno de la política argentina. La expresidenta, quien ha sido una figura dominante en el peronismo durante años, se perfila como la única candidata para las elecciones internas programadas para el 17 de noviembre. Sin embargo, su ascenso no ha estado exento de controversias, especialmente con la persistente aspiración de Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, de competir por la misma posición.


La tensión interna dentro del PJ ha alcanzado niveles significativos desde la derrota de su candidato presidencial, Sergio Massa, en las elecciones pasadas. Esta crisis no solo ha debilitado la cohesión del partido, sino que también ha dificultado su capacidad para capitalizar el descontento que se cierne sobre el actual gobierno. La senadora y exvicepresidenta, al asumir una vez más un papel protagónico, busca reorientar la narrativa, pero su retorno está acompañado de un clima de desconfianza y división.


Quintela, quien había manifestado su interés en presidir el PJ hace seis meses, se enfrenta ahora a un escenario complicado. A pesar de la confirmación de Fernández de Kirchner de su intención de competir, Quintela ha decidido, contra todos los pronósticos, no retirar su postulación. Sin embargo, su camino se ha visto obstaculizado por el rechazo de las autoridades partidarias a su candidatura, alegando irregularidades en los avales presentados, lo que ha dejado a la expresidenta como la única opción viable.


Este desenlace no ha sido del agrado de Quintela, quien ha optado por apelar la decisión ante la Junta Electoral del PJ, con la intención de llevar su reclamo hasta la Corte Suprema si es necesario. Su determinación de luchar por la presidencia del partido refleja una resistencia notable frente a lo que muchos perciben como maniobras para consolidar el poder de Kirchner dentro del PJ.


En medio de esta disputa, la intervención de figuras del gobierno, como el ministro del Interior, Guillermo Francos, ha generado suspicacias entre los peronistas. El reciente encuentro entre Francos y Jorge Yoma, representante de Quintela, ha sido interpretado como una injerencia del oficialismo en una interna de la oposición, lo que ha contribuido a la percepción de que el PJ se encuentra en una encrucijada crítica.


La situación se complica aún más con la presencia del presidente Javier Milei en el debate. Sus intervenciones en redes sociales y su apoyo a Quintela han levantado más de una ceja dentro del peronismo, llevando a Quintela a solicitar que Milei no se inmiscuyera en los conflictos internos del partido. Esta solicitud subraya la tensión entre el gobierno y el principal partido de oposición, que ahora se encuentra dividido.


No obstante, el conflicto interno del PJ es más que una simple disputa por el liderazgo; también refleja una crisis más profunda dentro del peronismo en su conjunto. Este es un momento crucial para el partido, que se enfrenta a retos significativos a medida que se aproxima un ciclo electoral importante, incluyendo las elecciones legislativas de 2025 y las presidenciales de 2027.


Históricamente, el PJ ha sido conocido por su capacidad de resiliencia y adaptación, pero la fragmentación actual podría tener repercusiones a largo plazo para su futuro. La falta de unidad en la dirigencia del partido podría dificultar su capacidad para presentar un frente coherente ante el electorado, lo que podría favorecer la consolidación de nuevas fuerzas políticas en Argentina.


Así, la candidatura de Cristina Kirchner, lejos de ser un mero trámite, se convierte en un símbolo de las tensiones internas que atraviesan al PJ. La forma en que se desarrolle este proceso interno podría determinar no solo la viabilidad del peronismo como partido, sino también el futuro político del país en los próximos años. Mientras los actores políticos siguen moviendo sus piezas en este tablero, queda por ver si el PJ logrará superar sus divisiones o si, por el contrario, se verá arrastrado aún más hacia la fragmentación y la irrelevancia.

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