Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En una época donde la preocupación por la seguridad personal y patrimonial se siente en cada rincón del país, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ha dado un paso significativo hacia la defensa del consumidor. En un contexto marcado por la creciente criminalidad y las recientes catástrofes naturales, la propuesta anunciada por su titular, Sergio Espinosa, de liberar a los clientes de bancos y financieras de la obligatoriedad de contratar un seguro de desgravamen para sus créditos, ha generado un amplio debate en la opinión pública. El seguro de desgravamen, tradicionalmente impuesto a quienes adquieren créditos, ha sido una fuente de controversia durante años. Este seguro, diseñado para proteger al acreedor en caso de fallecimiento o incapacidad del deudor, no siempre ha sido visto con buenos ojos por los prestatarios. La exigencia de este seguro, a menudo considerado abusivo, ha llevado a muchos a cuestionar la ética de las prácticas bancarias. Ahora, la SBS plantea una alternativa que podría cambiar radicalmente esta dinámica. La propuesta de la SBS permitirá que los consumidores tengan la libertad de decidir si desean o no contratar un seguro de desgravamen, con la única excepción de los créditos hipotecarios. Esto implicará que los bancos no podrán imponer un costo adicional en las cuotas mensuales de los créditos, una práctica que muchos consideran injusta y que a menudo se ha traducido en cuotas variables y, en ocasiones, desproporcionadas. Uno de los puntos más controvertidos del seguro de desgravamen ha sido su naturaleza no reembolsable. A pesar de que los prestatarios han cumplido con sus obligaciones de pago, el dinero destinado al seguro no se devuelve, lo que ha llevado a una sensación de descontento generalizado. Muchos clientes han sentido que, a medida que cumplían con sus pagos, el costo del seguro se convertía en una carga innecesaria, en lugar de un respaldo en tiempos de crisis. La propuesta de la SBS se plantea en un momento crítico. La preocupación por la seguridad financiera de los ciudadanos es más relevante que nunca, dado el contexto de inseguridad que enfrentan muchas comunidades. Permitir que los consumidores elijan si desean contratar un seguro de desgravamen no solo fortalece su autonomía, sino que también aumenta la transparencia en las relaciones bancarias. Es importante destacar que, aunque el seguro de desgravamen tiene una función legítima, su imposición ha sido vista como un mecanismo que favorece a las entidades financieras a expensas de los derechos del consumidor. Muchos ciudadanos se sienten atrapados en un sistema donde no solo deben cumplir con sus deudas, sino también con un costo adicional que no han elegido de manera libre. La libertad de elección en este aspecto también refleja un cambio en la forma en que se perciben las relaciones entre consumidores y bancos. Este cambio es un paso hacia la democratización de los servicios financieros, donde el cliente no solo es un número, sino también un actor con derechos que merece ser escuchado y respetado. Además de las implicaciones económicas, este cambio también puede contribuir a una mayor tranquilidad emocional para los prestatarios. Saber que tienen la opción de rechazar un coste adicional que no desean asumir puede aliviar parte de la ansiedad que acompaña a la adquisición de un crédito. Esto podría fomentar un ambiente más saludable para el endeudamiento responsable, donde los ciudadanos pueden tomar decisiones informadas y autónomas. La SBS ha anunciado que la propuesta será publicada en su portal web, lo que permitirá a la ciudadanía participar en el proceso de consulta y sugerencias antes de su aprobación definitiva. Este enfoque inclusivo es fundamental para garantizar que las normas que rigen el sector financiero reflejen las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos. En conclusión, la inminente liberación del seguro de desgravamen representa una victoria para los consumidores y un importante avance en la regulación del sistema financiero del país. A medida que se avanza en la implementación de esta norma, es crucial que se mantenga un diálogo abierto entre las entidades financieras y los ciudadanos, buscando siempre el equilibrio entre la protección del acreedor y los derechos del deudor. La esperanza es que este cambio no solo beneficie a los consumidores, sino también a la confianza en el sistema financiero en su conjunto.