Atentado contra Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial colombiano, del partido Centro Democrático

Atentado contra Miguel Uribe Turbay, senador y precandidato presidencial colombiano, del partido Centro Democrático

En la tarde de este sábado el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, fue victima de un atentado con arma de fuego en el occidente de la capital colombiana, según confirmaron fuentes de la policía metropolitana de Bogotá a CNN.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Política 08.06.2025

En un trágico suceso que ha conmocionado a la opinión pública colombiana, el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado con arma de fuego en la tarde del sábado, en el occidente de Bogotá. Este ataque, que ha encendido alarmas sobre la seguridad de los líderes políticos en el país, se produce en un contexto de creciente polarización a menos de un año de las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 31 de mayo de 2026.


El inmediato traslado de Uribe, de 39 años, a un centro médico, fue captado en videos que circulan en las redes sociales, donde se le observa gravemente herido, acompañado por un grupo de seguidores y escoltas. La situación ha generado una ola de preocupación tanto entre sus compañeros de partido como en la ciudadanía en general, quienes ven en este atentado una clara señal de la escalofriante violencia que aún persiste en Colombia.


Las autoridades locales ya han iniciado una investigación para determinar el origen y los responsables de este acto violento. En una nación donde la historia política se ha visto marcada por la violencia, este atentado es un recordatorio sombrío de que tantos años de conflicto aún tienen eco en la actualidad. La noticia ha resonado no solo en el ámbito político, sino también en la sociedad, que se enfrenta a interrogantes sobre la seguridad y la integridad de los líderes que buscan representarla.


El presidente Gustavo Petro no tardó en pronunciarse sobre lo sucedido. A través de un mensaje en la plataforma X, expresó su solidaridad con la familia de Uribe, manifestando que "la violencia nunca podrá ser el camino". Estas palabras reflejan un intento de unir a un país que ha vivido en la polarización, recordando que la violencia no es una solución aceptable a las diferencias políticas.


Del mismo modo, la canciller Laura Sarabia también condenó el atentado, subrayando que "nada justifica el uso de la violencia" en una sociedad que aspira a construir la paz. La respuesta de las autoridades y de la comunidad política será crucial en estos momentos críticos, donde la urgencia de garantizar la seguridad de todos los actores políticos es evidente.


María Fernanda Cabal, senadora del partido Centro Democrático, también se pronunció, afirmando que este ataque es una consecuencia del entorno de odio y estigmatización que ha surgido en el actual gobierno. Sus palabras subrayan la tensión que existe en el discurso político, donde el debate se ha vuelto cada vez más hostil. Cabal exigió garantías para la vida y participación política de la oposición, enfatizando que Colombia no debe tolerar este tipo de violencia.


Humberto de la Calle Lombana, exsenador y ex comisionado de paz, también condenó el atentado, resaltando que toda forma de violencia es repugnante. Su declaración provoca una reflexión sobre el estado de la política en Colombia, donde el atentado no solo afecta a un individuo, sino que ataca el mismo ejercicio de la democracia y la libertad de expresión.


Mientras las investigaciones avanzan, la sociedad civil observa con atención la reacción del gobierno y las instituciones encargadas de velar por la seguridad de todos los colombianos. La sociedad colombiana se encuentra en un momento crítico, donde la violencia política puede tener consecuencias devastadoras para el tejido social y la estabilidad del país.


Este atentado contra Miguel Uribe Turbay no solo es un ataque a un líder político, sino también un desafío directo a la democracia colombiana. La respuesta y la unidad frente a la violencia serán determinantes para el futuro del país, que anhela superar el legado de conflicto y construir una nación más pacífica y justa.


La situación actual deja en evidencia la necesidad de un diálogo sincero y constructivo entre sectores políticos, donde la violencia no tenga cabida y el respeto por la vida y la integridad de cada individuo sea prioritario. La política colombiana tiene la oportunidad de redefinirse y sanar sus heridas, pero para ello debe primero reconocer el peligro que representa la violencia en todas sus formas.

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