Morgan Stanley adopta postura neutral sobre deuda de El Salvador tras rally económico

Morgan Stanley adopta postura neutral sobre deuda de El Salvador tras rally económico

Morgan Stanley adoptó una postura neutral sobre la deuda de El Salvador, argumentando que hay poco margen para ganancias después del rally del 20% de los últimos meses.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 29.10.2024

La reciente evaluación de Morgan Stanley sobre la deuda de El Salvador marca un punto de inflexión significativo en la dinámica económica del país centroamericano. En una nota publicada el lunes, Simon Waever, director global de estrategia de crédito soberano de mercados emergentes, anunció que el banco ha adoptado una postura neutral respecto a esta deuda, concluyendo que el rally de los últimos meses, que alcanzó un 20%, ha limitado el margen para obtener ganancias adicionales. Esta nueva perspectiva sugiere que el optimismo generado en torno a la economía salvadoreña ha llegado a su apogeo, dejando entrever una fase de mayor cautela por parte de los inversores.


La decisión de Morgan Stanley se produce después de que algunos bonos salvadoreños alcanzaran el nivel par por primera vez en años, lo que refleja un renovado interés en el ajuste presupuestario del gobierno y la posibilidad de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este cambio en la valoración de los bonos es significativo, ya que indica un reequilibrio en la confianza de los inversores hacia la capacidad del país para manejar su deuda y sus finanzas públicas. Sin embargo, la postura neutral de Morgan Stanley también sugiere que el camino hacia la estabilidad económica puede estar plagado de desafíos.


Waever, quien había sido uno de los primeros en recomendar la deuda salvadoreña cuando los precios se encontraban en su punto más bajo hace más de dos años, ahora se muestra más reservado. Desde esa posición inicial, los bonos de El Salvador han experimentado un notable aumento en su rentabilidad, generando cifras cercanas al 300%. Esta impresionante rentabilidad ha sido impulsada en gran parte por la propuesta del presidente Nayib Bukele de un presupuesto con déficit cero para el próximo año, lo que fue bien recibido por los mercados.


El presidente también llevó a cabo una exitosa canje de deuda que logró retirar el 13% del stock de eurobonos del país, una maniobra que fue vista como un paso positivo hacia la gestión de la deuda. Además, factores externos como el aumento en el turismo y las remesas han contribuido a amortiguar el déficit de cuenta corriente, lo que ha añadido una capa de optimismo a la narrativa económica de El Salvador. Sin embargo, a pesar de estos avances, Waever advierte que el ajuste fiscal que se espera del gobierno podría ser menos contundente de lo anticipado.


El ajuste fiscal, esencial para mantener la sostenibilidad de la deuda, enfrenta un contexto complicado. Una desaceleración en la actividad económica podría limitar la capacidad del gobierno para implementar las medidas necesarias para alcanzar sus metas presupuestarias. A medida que los desafíos económicos persisten, el potencial de un acuerdo con el FMI, que se consideraba urgente, parece haber perdido algo de su presión, lo que plantea interrogantes sobre la dirección futura de la política económica del país.


Un aspecto que continúa generando inquietud es la postura de El Salvador hacia el bitcóin, que permanece como un obstáculo clave en la evaluación de su estabilidad financiera. La integración de criptomonedas en la economía del país ha sido objeto de debate y controversia, y aunque algunos la ven como una oportunidad, otros la consideran un riesgo considerable que podría desestabilizar aún más la economía.


A pesar de las proyecciones mixtas, el presupuesto propuesto para 2025 sugiere una intención clara del gobierno de reducir el déficit. Sin embargo, la efectividad de estas intenciones se verá puesta a prueba por la dificultad inherente a los recortes de gasto significativos. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para determinar si El Salvador puede mantener el impulso positivo que ha experimentado o si se enfrentará a una nueva fase de incertidumbre.


La economía salvadoreña, aunque ha mostrado signos de recuperación a través de medidas audaces, aún está en una encrucijada. La combinación de un entorno económico global incierto, desafíos internos y la presión para cumplir con las expectativas de los inversores crean un escenario complejo. Los próximos pasos que dé el gobierno y su capacidad para manejar estos desafíos serán observados de cerca por analistas y mercados, quienes esperan señales claras de un compromiso sostenido con la estabilidad económica.


En conclusión, el análisis de Morgan Stanley subraya la importancia de adoptar una postura vigilante y equilibrada respecto a la deuda de El Salvador. Si bien el reciente rally ha sido notable, la falta de un margen significativo para ganancias futuras y los desafíos que se perfilan en el horizonte resaltan la necesidad de un enfoque prudente. La economía salvadoreña está en un momento crítico, donde cada decisión será determinante para su futuro económico y financiero.

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