Javier González – Olaechea sobre Alberto Fujimori: “Debemos rendirle homenaje y olvidar lo que hubiéramos querido que no sucediera”

Javier González – Olaechea sobre Alberto Fujimori: “Debemos rendirle homenaje y olvidar lo que hubiéramos querido que no sucediera”

El ex canciller de Dina Boluarte minimizó los cuestionamientos al gobierno de Fujimori.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 18.09.2024

En un contexto de profundo duelo nacional tras el fallecimiento del expresidente Alberto Fujimori, el ex canciller Javier González-Olaechea ha generado controversia con sus declaraciones en el velorio del exmandatario. En un evento que ha convocado a figuras políticas y seguidores del fujimorismo, González-Olaechea enfatizó la importancia de rendir homenaje al legado de Fujimori, a pesar de los cuestionamientos y las sombras que han marcado su gobierno.


Durante una entrevista con Canal N, el ex canciller hizo hincapié en que, a lo largo de los años, la historia debería reconocer las contribuciones de Fujimori en la pacificación del país y en la implementación de reformas económicas que, según su perspectiva, fueron fundamentales para el crecimiento del Perú. “Debemos rendir homenaje al presidente Fujimori por todo lo que hizo y saber olvidar lo que hubiéramos querido que no sucediera”, afirmó, haciendo un llamado a la reflexión desapasionada sobre su legado.


Sin embargo, esta visión ha generado críticas y un intenso debate en la opinión pública. Muchos peruanos recuerdan que Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión por violaciones a los derechos humanos, incluidas las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Este oscuro capítulo de su administración ha dejado una herida abierta en la sociedad peruana, que aún lucha por reconciliar su memoria con el pasado.


González-Olaechea parece apelar a un enfoque más conciliador, buscando un equilibrio entre los logros y las fallas de la presidencia de Fujimori. El ex canciller considera que el reconocimiento del legado político de Fujimori podría contribuir a la unidad del país, que ha estado marcado por divisiones profundas a lo largo de los años. Sin embargo, esta propuesta de olvidar las controversias podría ser vista como una falta de respeto para las víctimas y sus familias.


El contexto en el que se dieron estas declaraciones es igualmente relevante. La noticia de la muerte de Fujimori fue recibida con una mezcla de tristeza y alivio en diferentes sectores de la población. Mientras algunos lamentan la pérdida de un líder que consideran clave en la historia del Perú, otros celebran la partida de un personaje que simboliza un periodo de autoritarismo y represión.


La controversia también se vio reflejada en el entorno familiar del ex presidente. Elio Riera, un colaborador cercano, fue expulsado del velorio tras anunciar la muerte de Fujimori. Este incidente subraya la tensión que todavía persiste entre los seguidores y detractores del fujimorismo, un fenómeno que no solo afecta a la familia Fujimori, sino que también resuena en el conjunto de la sociedad peruana.


A medida que el país se adentra en el proceso de duelo y reflexión, las palabras de González-Olaechea plantean un dilema moral: ¿es posible rendir homenaje a un líder cuyas acciones han sido tan polarizantes? La historia del Perú está llena de figuras complejas, y el legado de Fujimori es uno de los más controvertidos.


Las reacciones a las declaraciones de González-Olaechea han sido diversas. Algunos políticos han respaldado su perspectiva, argumentando que el país necesita mirar hacia adelante y encontrar caminos de reconciliación. Otros, sin embargo, han expresado su indignación, recordando que no se puede ignorar el sufrimiento infligido por su gobierno.


En este escenario, el velorio de Alberto Fujimori no solo se convierte en un espacio de despedida, sino también en un punto de inflexión para el debate nacional sobre la memoria histórica y la reconciliación. Las palabras de figuras como González-Olaechea podrían abrir la puerta a diálogos sobre el futuro del país, aunque también podrían intensificar las divisiones existentes.


El legado de Alberto Fujimori, ahora más que nunca, se encuentra en el centro de la conversación nacional. En un país que aún busca sanar las heridas del pasado, la forma en que se recuerda a sus líderes puede tener un impacto profundo en la construcción de un futuro más cohesionado y justo. La historia del Perú continúa escribiéndose y, en este proceso, cada voz cuenta.

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