División en el MAS: Celebraciones del 18 de diciembre reflejan crisis interna

División en el MAS: Celebraciones del 18 de diciembre reflejan crisis interna

La facción “arcista” convocó una “gran concentración” frente a las sedes del Ejecutivo y el Parlamento, en la ciudad de La Paz. El sector ‘evista’ se congregará en el Trópico de Cochabamba

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 13.12.2024

El próximo 18 de diciembre, Bolivia vivirá un hito político significativo al conmemorar los 19 años de la primera victoria electoral del Movimiento al Socialismo (MAS). Sin embargo, este año la celebración se dividirá en dos eventos separados que reflejan la profunda fractura en el oficialismo: mientras el presidente Luis Arce y su bloque afín se preparan para una concentración en La Paz, los seguidores del ex presidente Evo Morales celebrarán en su bastión en el Trópico de Cochabamba.


La división interna del MAS se ha acentuado tras el reciente desplazamiento de Morales del liderazgo del partido, una decisión avalada por el Tribunal Constitucional Plurinacional y el Tribunal Supremo Electoral. Grover García, el nuevo presidente del MAS, anunció que la concentración en la sede del Ejecutivo y el Parlamento tendrá como lema la “refundación”, “reconstrucción” y “reconciliación” del partido, una iniciativa que busca abordar la crisis económica que atraviesa el país, marcada por la inflación y escasez de dólares.


El 18 de diciembre es un día emblemático en la historia política de Bolivia, ya que fue oficialmente declarado como el Día de la Revolución Democrática Cultural, en conmemoración de la victoria electoral de Morales en 2005. Esta fecha, sin embargo, será motivo de discordia este año, pues los leales a Morales han anunciado su propia celebración en el estadio de Chimoré, una clara señal de la resistencia del ex mandatario en medio de la crisis interna del MAS.


La situación se complicó aún más a mediados de noviembre, cuando dos magistrados del Tribunal Constitucional validaron el congreso realizado por el bloque oficialista en mayo, que llevó a García a la presidencia del MAS. Este congreso tuvo lugar tras otro evento realizado por la facción ‘evista’ en octubre, donde Morales fue reelecto como líder y proclamado “candidato único” para las elecciones presidenciales de 2025.


A pesar de la validación del congreso ‘arcista’, el Tribunal Supremo Electoral no reconoció ninguno de los dos eventos, instando a ambas facciones a alcanzar un consenso que parece cada vez más distante. Esta falta de unidad ha llevado a ambos bloques a buscar alternativas legales para legitimar sus congresos, pero hasta ahora, la decisión del TCP ha dado la ventaja al grupo de Arce.


Mientras tanto, Morales mantiene su postura de que “constitucionalmente y legalmente” sigue al frente del MAS, acusando a Arce de intentar “robar” el partido para limitar sus aspiraciones presidenciales. El ex presidente ha dejado claro que su intención de presentarse en las elecciones de 2025 permanece firme, ya sea dentro del MAS o mediante la creación de un nuevo partido o alianza.


Sin embargo, la cuestión de su reelección sigue siendo complicada, ya que un fallo constitucional limita la posibilidad de que un presidente pueda postularse más de una vez, lo que podría truncar sus planes para regresar al poder. Esta decisión juega un papel crucial en el conflicto actual entre las dos facciones del MAS, que se encuentran en un mar de incertidumbre sobre su futuro político.


La separación de las celebraciones del 18 de diciembre no es solo un evento simbólico, sino que representa una crisis de identidad dentro de un partido que dominó la política boliviana durante casi dos décadas. El distanciamiento entre Morales y Arce, que comenzó a finales de 2021, ha dejado al MAS en una posición vulnerable, con una base dividida y un panorama político incierto.


Las tensiones entre ambos líderes han descifrado el clima político en Bolivia, lo que sugiere que las próximas elecciones no solo determinarán la dirección del país, sino también el futuro del MAS como una fuerza unificada. A medida que se acerca el 18 de diciembre, todos los ojos estarán puestos en cómo cada facción maneja su conmemoración y en qué medida esto influirá en el futuro político de Bolivia. La capacidad del MAS para superar esta crisis interna será crucial para su relevancia en el panorama político boliviano en los años venideros.

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