Suecia transforma su neutralidad militar tras unirse a la OTAN y enfrentar a Rusia

Suecia transforma su neutralidad militar tras unirse a la OTAN y enfrentar a Rusia

"La amenaza es Rusia", afirmó un recluta de las Fuerzas Armadas de esa nación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Política 21.03.2025

Suecia, un país que durante más de dos siglos se mantuvo fiel a una política de neutralidad, se encuentra en un proceso de transformación notable tras su reciente ingreso a la OTAN el año pasado. Este giro ha llevado a Estocolmo a prepararse para un escenario de conflicto militar, específicamente con Rusia en el Ártico, una región que ha sido objeto de creciente interés geopolítico en los últimos años. La preparación de los reclutas suecos, como se informa en un reportaje de The Wall Street Journal, refleja un cambio significativo en la estrategia de defensa del país.


A pesar de que Suecia no comparte una frontera directa con Rusia, el gobierno sueco ha identificado la expansión rusa como una amenaza inminente. La percepción de riesgo se intensifica al considerar que el país podría intentar acceder a Finlandia, que sí limita con Rusia, lo que generaría un conflicto de mayor envergadura en la región escandinava. "La amenaza es Rusia", afirmaba uno de los nuevos reclutas, subrayando la creciente preocupación que existe entre las fuerzas armadas suecas.


La Unión Europea ha respaldado esta percepción al calificar a Rusia como una "amenaza fundamental". Esta declaración refuerza los temores de una posible gran guerra en Europa, lo que añade un sentido de urgencia a los esfuerzos de Suecia para preparar a sus tropas. El teniente coronel sueco Mathias Vainionpää, subcomandante de brigada de las Fuerzas Especiales del Ártico, señaló que aunque las fuerzas rusas actualmente son limitadas en el extremo norte, una vez que se restablezca la paz en Ucrania, la situación podría cambiar drásticamente.


El temor a un avance ruso no solo está vinculado al conflicto en Ucrania, sino también al impacto del cambio climático en el Ártico. Las autoridades suecas advierten que el calentamiento global podría abrir nuevas rutas marítimas y hacer accesibles minerales críticos, lo que aumentaría la competencia por estos recursos. "Habrá una pelea por ellos también", enfatizó Vainionpää, sugiriendo que la geopolítica del Ártico podría transformarse en un campo de batalla por el control de recursos en un futuro cercano.


Para enfrentar estos desafíos, Suecia ha comenzado a preparar a sus tropas para operar en condiciones extremas de frío, una habilidad crucial en la región ártica. Además, se están llevando a cabo ejercicios de entrenamiento conjunto con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un movimiento que refuerza la colaboración militar entre ambas naciones dentro del marco de la OTAN.


Sin embargo, esta postura proactiva de Suecia no ha sido bien recibida por todos. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha descalificado las preocupaciones sobre una posible agresión rusa como "un absoluto disparate". Según Putin, estas afirmaciones son parte de una estrategia de la OTAN para infundir miedo en la población europea al presentar a Rusia como un enemigo inminente.


La postura de Estados Unidos, tal como la expresó el expresidente Donald Trump, se alinea en cierta medida con la visión de Putin. Trump ha afirmado que no cree que Rusia ataque Europa una vez que termine el conflicto en Ucrania, sugiriendo que los países buscarán la paz y la estabilidad tras una era de hostilidades. Sin embargo, estas afirmaciones pueden no reflejar la realidad en el terreno, donde las dinámicas geopolíticas evolucionan rápidamente.


A medida que Suecia se adapta a esta nueva realidad, el país enfrenta el desafío de equilibrar su larga tradición de neutralidad con la necesidad de prepararse para la defensa en un contexto global cambiante. El desarrollo de una política de defensa más robusta y proactiva plantea preguntas sobre el futuro de la región, la seguridad europea y la naturaleza de la política internacional en la era del cambio climático.


Las decisiones que tome Suecia en los próximos meses y años no solo afectarán su propia seguridad, sino que también influirán en la estabilidad del norte de Europa y en las relaciones internacionales en general. La preparación militar sueca en el contexto del cambio climático y las tensiones con Rusia podría ser un indicativo de un nuevo capítulo en la historia de la región, donde la cooperación y el conflicto coexisten en un delicado equilibrio.

Ver todo Lo último en El mundo