Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Florida se encuentra en un momento crítico ante la inminente llegada de un huracán histórico, conocido como Milton, que se desplaza hacia la costa con vientos sostenidos que superan los 200 kilómetros por hora. Este fenómeno natural no solo es significativo por su fuerza, sino porque representa el primer huracán en más de un siglo en impactar la región de Tampa, la tercera mayor ciudad del estado. La última vez que un huracán tocó tierra en esta área fue en 1921, lo que hace que la preocupación y la ansiedad de los residentes sean aún más palpables. La ciudad de Tampa y sus suburbios han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, en muchos casos en zonas bajas que son altamente vulnerables a inundaciones y al aumento del nivel del mar. Esto plantea un riesgo monumental, ya que si Milton impacta con fuerza en estas áreas, las consecuencias podrían ser devastadoras. Las proyecciones meteorológicas indican que el huracán podría atravesar toda la península de Florida, afectando no solo a Tampa, sino a otras localidades densamente pobladas como Orlando y varias localidades costeras del este. En la comunidad, la ansiedad se ha disparado. Jon Cooley, un residente de Gulfport, compartió su dilema al considerar evacuar la zona. Preocupado por los atascos y el desabastecimiento de combustible, optó por quedarse en su hogar junto a sus perros. A pesar de que su vivienda no está en una zona de evacuación obligada, es consciente de que enfrentará una noche dura con cortes de electricidad y agua, además de los destrozos que podría dejar el huracán. La situación se complica aún más al recordar que hace pocos días, la región ya había sido impactada por el huracán Helene, que, aunque pasó a más de cien kilómetros, causó un aumento en el nivel del mar que devastó barrios enteros cerca de la costa. La incertidumbre y la espera son una carga pesada para los que se preparan para enfrentar Milton, quienes sienten la angustia de lo desconocido. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación que afectan a millones de personas. Scott, un vecino de St. Petersburg, logró huir hacia Brooksville, al norte de Tampa, antes de que se formaran grandes atascos. Aunque su hogar está en una plataforma elevada y parece seguro, su vivienda vacacional más cercana a la costa fue arrasada por Helene. Esta experiencia añade a su preocupación de que Milton podría traer daños aún más severos. La directora de emergencias del condado de Pinellas, Cathie Perkins, fue clara en su advertencia a los vecinos: "No se puede sobrevivir a esto". Su mensaje enfatiza la gravedad de la situación, describiendo la llegada del océano a través de las calles como una crecida rápida con mucha presión. Las autoridades han instado a quienes están en zonas de evacuación a salir sin demora y a trasladarse a los refugios establecidos, que tienen la capacidad de acoger a 200.000 personas. A medida que el huracán se acerca, se han abierto 150 refugios en la región, y la recomendación es que los residentes busquen refugio en edificios seguros en lugar de intentar abandonar la zona. Aunque hay esperanzas de que Milton se debilite un poco antes de tocar tierra, el gobernador Ron DeSantis ha advertido que el huracán asestará un golpe tremendo y causará un daño significativo. En el ámbito político, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris han denunciado la desinformación que circula en redes sociales sobre la respuesta federal a la crisis. Las afirmaciones absurdas que sugieren que los servicios de emergencia están interesados en las propiedades destruidas o que hay un control político sobre los fenómenos naturales han sido objeto de su crítica. Biden enfatizó que en momentos de crisis, no existen estados demócratas o republicanos, solo ciudadanos que necesitan asistencia. La llegada de Milton representa un desafío monumental para Florida, donde la combinación de un huracán de alta intensidad, una población vulnerable y la desinformación puede complicar aún más la respuesta a esta crisis. Con la esperanza de que las comunidades se mantengan unidas y que los servicios de emergencia estén a la altura de la situación, la mirada de toda la nación se centra en el desarrollo de estos eventos en las próximas horas. La resiliencia de los residentes de Florida será puesta a prueba una vez más mientras se preparan para enfrentar la furia de la naturaleza.