Tensión comercial UE-EE.UU.: Bruselas prepara represalias de 100.000 millones de euros

Tensión comercial UE-EE.UU.: Bruselas prepara represalias de 100.000 millones de euros

Los 27 preparan una dura respuesta a la guerra arancelaria de EE.UU. a la espera de alcanzar un acuerdo que no termina de llegar

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 20 HORAS

La tensión comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos parece estar alcanzando un nuevo punto álgido, ya que la Comisión Europea ha decidido llevar a cabo una denuncia formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en respuesta a los aranceles impuestos por la administración del presidente Donald Trump. Estos gravámenes, que afectan a todas las importaciones extranjeras, han generado un clima de incertidumbre y preocupación en el corazón de Europa, donde los líderes de los 27 países miembros se preparan para tomar medidas drásticas ante esta situación.


La cifra que se maneja en las nuevas represalias es considerable: cerca de 100.000 millones de euros en aranceles a productos estadounidenses. Este movimiento, aunque decisivo, se presenta como una alternativa de último recurso, ya que Bruselas insiste en que el principal objetivo sigue siendo alcanzar un acuerdo negociado que permita resolver la contención arancelaria sin necesidad de escalar las tensiones. No obstante, el tiempo corre y las negociaciones, hasta ahora, no han logrado dar frutos concretos.


El primer paquete de represalias de la Unión Europea fue suspendido por un periodo de 90 días en un intento de mostrar buena voluntad hacia Washington. Sin embargo, la paciencia de Bruselas parece estar llegando a su límite. La nueva propuesta abarca una amplia gama de productos, desde automóviles hasta productos agrícolas, lo que pone de relieve la magnitud de las medidas que Europa está dispuesta a adoptar si no se llega a un acuerdo satisfactorio.


El impacto de estas represalias podría ser significativo, afectando no solo a las importaciones estadounidenses, sino también a las exportaciones europeas, con restricciones que podrían incluir productos como chatarra y químicos por un valor de 4.400 millones de euros. Este enfoque refleja la complejidad de la relación comercial entre ambas regiones y el delicado equilibrio que la UE intenta mantener mientras navega por estas aguas turbulentas.


Las consultas públicas que ha lanzado Bruselas tienen como objetivo recabar información sobre el impacto que estas medidas podrían tener en los distintos sectores implicados. Este proceso es crucial, dado que la UE busca asegurarse de que, si debe imponer aranceles, la decisión esté respaldada por un análisis exhaustivo y la opinión de las partes interesadas. Sin embargo, las fechas son ajustadas: se espera que la fase de consulta concluya el 10 de junio, tras lo cual se tomará una decisión sobre la adopción de las represalias.


Maros Sefcovic, el comisario de Comercio y Seguridad Económica, ha reiterado el compromiso de la UE por encontrar una solución pacífica a la crisis arancelaria. No obstante, dejó claro que la estrategia no se basa en aceptar cualquier tipo de acuerdo, lo que indica que, si no se llega a un resultado favorable, la UE está lista para actuar. Las palabras de Sefcovic reflejan la determinación de Europa para no quedar a merced de las políticas comerciales de Estados Unidos.


Pese a los intentos de diálogo, la situación permanece complicada. La UE se enfrenta a un entorno comercial hostil, donde Trump ha mantenido aranceles de entre el 10% y el 25% sobre un 70% de las importaciones europeas. Esta tendencia ha generado un clima de incertidumbre en el mercado, lo que podría afectar no solo a las relaciones comerciales bilaterales, sino también a la economía global en su conjunto.


La formalización de la denuncia ante la OMC no será inmediata. Se estima que tomará algunas semanas antes de que la UE presente oficialmente su caso, comenzando por solicitar consultas con Estados Unidos. Este proceso, aunque técnico en su naturaleza, refleja la seriedad de la situación y las repercusiones que podrían derivarse de una escalada en la guerra arancelaria.


La historia reciente ha demostrado que las tensiones comerciales pueden tener efectos devastadores en el bienestar económico de las naciones involucradas. A medida que la UE se prepara para defender sus intereses en la OMC, la comunidad internacional estará atenta a los movimientos que realicen ambas partes. La posibilidad de que se produzca un desenlace positivo parece lejana, aunque las puertas al diálogo permanecen abiertas.


Mientras tanto, la mirada de los ciudadanos europeos se centra en sus líderes, esperando que encuentren una solución que evite un enfrentamiento que podría perjudicar a millones de trabajadores y familias en ambos lados del Atlántico. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán cruciales, no solo para el futuro de las relaciones comerciales entre Europa y Estados Unidos, sino también para la estabilidad económica global.

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