Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
María Teresa Heras, una figura emblemática para varias generaciones, ha sido reconocida no solo por su talento como actriz de doblaje, sino también por su profundo amor por la música y su dedicación a su familia. Sin embargo, su vida ha tomado un giro inesperado con el diagnóstico de alzhéimer, una enfermedad que ha comenzado a alterar la memoria de esta octogenaria, quien fue la voz de icónicas figuras como Julie Andrews y Audrey Hepburn. Su hijo, el conocido músico Macaco, ha compartido la difícil experiencia que él y su familia viven a medida que su madre enfrenta los retos de esta condición. El viaje de María Teresa Heras comenzó con pequeños olvidos que inicialmente parecieron ser parte del proceso natural del envejecimiento. Sin embargo, con el tiempo, los descuidos se volvieron más preocupantes y peligrosos. "Se dejaba el fuego encendido", recuerda su hijo, lo que llevó a la familia a buscar respuestas. Las pruebas médicas confirmaron lo que todos temían: su madre estaba padeciendo alzhéimer. Esta noticia ha cambiado la dinámica familiar, obligando a Macaco y a sus seres queridos a enfrentar el impacto emocional de la enfermedad. María Teresa, nacida en Garrapinillos, Zaragoza, siempre fue una mujer luchadora. Desde muy joven, soñó con una carrera en la música, un campo que en su época no era bien visto para las mujeres. A pesar de las dificultades, logró hacerse un nombre a través de su arte, y su legado perdura en las memorias de los que crecieron escuchando su voz. "Es una mujer hecha a sí misma", dice su hijo, con orgullo. Cuando se habla de su madre, Macaco no puede evitar recordar cómo, a pesar de los obstáculos, ella siempre fue una fuente de inspiración. A medida que su carrera florecía, las responsabilidades familiares comenzaron a acumularse. Con la llegada de sus hijos, María Teresa decidió sacrificar su carrera para cuidar de ellos. Sin embargo, nunca dejó de lado su pasión por la música. Años más tarde, esta misma música se ha convertido en un puente emocional entre madre e hijo en medio de la crisis que atraviesan. Macaco ha lanzado una emotiva canción titulada "La memoria del corazón", donde rinde homenaje a su madre y a la lucha contra el alzhéimer. A través de la tecnología, han logrado cantar juntos, uniendo sus voces a pesar de las dificultades. En su nueva canción, Macaco anima a las familias de pacientes con alzhéimer a buscar conexiones a través de la música y otros intereses. "Guarda los sentimientos mamá / que yo guardaré los recuerdos", reza uno de los versos, encapsulando la esencia de su vínculo y la importancia de mantener vivas las memorias y emociones a pesar de la enfermedad. Macaco subraya que la prevención es clave; reconocer los síntomas desde el principio podría hacer una diferencia significativa en la vida de los pacientes. El proceso de lidiar con el alzhéimer ha sido un viaje emocional para Macaco y su familia. Desde los primeros signos de descuidos, pasando por la angustia de la pérdida de memoria y la lucha interna de María Teresa, hasta llegar a una etapa actual donde, a pesar de todo, hay momentos de paz y amor. "Mi madre, aún en su estado, sigue siendo cariñosa y reconectada de maneras sorprendentes", afirma el músico, resaltando las interacciones especiales que aún pueden compartir. A medida que la enfermedad avanza, Macaco enfrenta la dura realidad de que su madre se encuentra en una fase que, aunque difícil, está marcada por momentos de felicidad y ternura. La música se ha convertido en un hilo conductor que les permite comunicarse y recordar momentos pasados. "A veces, tienes un mal día, y ella te mira y te pregunta qué te pasa", reflexiona el músico. Esas pequeñas conexiones son un recordatorio tangible de que, aunque el alzhéimer borre recuerdos, el amor nunca se desvanece. María Teresa reside ahora en una institución que le brinda el cuidado necesario ante la progresión de su enfermedad. Sin embargo, la familia ha sido testigo de la deterioración que a menudo sufren muchos centros dedicados a la atención de personas mayores. "Es una vergüenza que no sepamos tratar a las generaciones que se van", lamenta Macaco, quien aboga por una mayor atención y respeto hacia las residencias de ancianos, recordando que todos podríamos encontrarnos en esa situación algún día. Con su música, sus recuerdos y su mensaje, Macaco no solo busca honrar a su madre, sino también crear conciencia sobre el alzhéimer y la importancia de la conexión emocional. La historia de María Teresa Heras es un espejo de los desafíos que enfrentan muchas familias en su lucha contra esta enfermedad, pero también es una celebración de la vida y del amor que persiste incluso en medio de la adversidad.