Descubren vínculo entre tau en recién nacidos y Alzheimer que podría transformar tratamientos

Descubren vínculo entre tau en recién nacidos y Alzheimer que podría transformar tratamientos

Healthday Spanish

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 24.08.2025

Un estudio reciente ha revelado un hallazgo sorprendente que podría cambiar la forma en que entendemos tanto el desarrollo cerebral en recién nacidos como la enfermedad de Alzheimer en adultos. Investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, han descubierto que los niveles de una proteína llamada tau fosforilada son notablemente altos tanto en recién nacidos como en adultos con Alzheimer. Este biomarcador, asociado a la enfermedad, presenta un papel dual en el desarrollo cerebral: en los bebés, podría ser un facilitador del crecimiento y la formación de conexiones neuronales, mientras que en los adultos mayores se convierte en un factor dañino.


El estudio ha identificado que los niveles de p-tau217, un tipo de tau, son más elevados en los recién nacidos que en los pacientes diagnosticados con Alzheimer. Este hallazgo es revelador, ya que sugiere que la naturaleza puede haber dotado a los cerebros de los bebés de una especie de protección inherente que les permite tolerar e incluso beneficiarse de altos niveles de tau. Esta protección parece perderse a medida que las personas envejecen, lo que plantea preguntas cruciales sobre cómo se puede conservar esta capacidad a lo largo de la vida.


El investigador principal, Fernando González-Ortiz, ha señalado que entender cómo los cerebros de los recién nacidos manejan el tau podría abrir nuevas vías para el tratamiento del Alzheimer. “Si podemos aprender cómo el cerebro del recién nacido mantiene a tau bajo control, algún día podríamos imitar esos procesos para ralentizar o detener el Alzheimer en seco”, afirmó González-Ortiz. Esta perspectiva ofrece una luz de esperanza para millones de personas que, directa o indirectamente, enfrentan las devastadoras consecuencias de esta enfermedad neurodegenerativa.


La investigación se llevó a cabo mediante un análisis exhaustivo de los niveles sanguíneos de p-tau217 en más de 400 individuos, que abarcan desde recién nacidos hasta personas mayores con deterioro cognitivo. Los resultados mostraron que los niveles de tau en los bebés, especialmente en aquellos prematuros, son más elevados que en sus contrapartes adultas. Este fenómeno sugiere que la proteína tiene un papel crucial en el desarrollo cerebral en un momento en que el cerebro está en su fase más vulnerable y de rápido crecimiento.


Además, los investigadores notaron que los niveles de p-tau217 en los recién nacidos comenzaron a disminuir durante los primeros meses de vida, estabilizándose eventualmente en niveles normales para adultos jóvenes. Este patrón de descenso podría ser indicativo de un proceso de maduración que permite que el cerebro se adapte y se proteja de los efectos adversos que tau puede provocar en etapas posteriores de la vida.


Otro hallazgo interesante del estudio es la correlación entre el momento del nacimiento y los niveles de tau. Cuanto más prematuro sea el bebé, más altos serán los niveles de tau, lo que sugiere que esta proteína puede jugar un papel crítico en apoyar el crecimiento del cerebro bajo condiciones adversas. Este aspecto proporciona una nueva dimensión a la comprensión del desarrollo neurológico y los desafíos que enfrentan los bebés prematuros.


Los investigadores han enfatizado la necesidad de realizar estudios adicionales para desentrañar los mecanismos de protección que mantienen a los cerebros de los recién nacidos a salvo de los efectos nocivos de tau. Al comprender estos procesos, no solo podríamos avanzar en la lucha contra el Alzheimer, sino también mejorar nuestra comprensión de cómo se desarrolla el cerebro humano en sus etapas más tempranas.


La aprobación reciente por parte de la FDA de los análisis de sangre para p-tau217 como herramienta diagnóstica para el Alzheimer muestra que los avances en esta área están siendo tomados en serio en el ámbito médico. Sin embargo, este estudio también nos recuerda que, si bien el diagnóstico es esencial, la investigación sobre los mecanismos subyacentes y las intervenciones preventivas son igualmente cruciales para abordar esta compleja enfermedad.


En resumen, el descubrimiento de un vínculo entre los niveles de tau en recién nacidos y en pacientes con Alzheimer no solo ofrece nuevas perspectivas sobre cómo entendemos ambas condiciones, sino que también abre la puerta a un enfoque más integrado hacia el tratamiento y la prevención del deterioro cognitivo en la edad avanzada. La ciencia avanza, y con ella, la esperanza de que un día podamos encontrar soluciones efectivas para combatir enfermedades que hasta ahora parecían insuperables.

Ver todo Lo último en El mundo