Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La espera por un nuevo directorio para Petroperú se ha prolongado una vez más, tras el anuncio del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, quien reveló que dos de los candidatos propuestos para la terna han decidido desistirse. Esta situación ha generado una creciente incertidumbre en torno a la gestión de la estatal petrolera, que enfrenta desafíos financieros y de liderazgo que necesitan ser abordados con urgencia. Adrianzén, en una reciente conferencia de prensa, expresó su lamento por la falta de avances en este proceso y la dificultad para conformar una lista definitiva. La Junta General de Accionistas de Petroperú había celebrado deliberaciones con la esperanza de designar un nuevo directorio, sin embargo, los esfuerzos resultaron infructuosos. La situación ha llevado a que las autoridades del Gobierno sugieran que la espera podría continuar, destacando la importancia de no apresurarse en la elección de los nuevos directores. Rómulo Mucho, titular del Ministerio de Energía y Minas, instó a la paciencia, resaltando que el contexto actual no debe ser motivo de alarma, dado que la empresa parece estar avanzando favorablemente en términos de flujo de caja y ventas. Mucho también enfatizó que, de acuerdo con el decreto de urgencia vigente, la responsabilidad de nombrar el directorio recae ahora en el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe). A pesar de los contratiempos, el ministro transmitió un mensaje de optimismo, afirmando que la refinería de Petroperú se encuentra en un proceso de crecimiento y mejoría operativa. Sin embargo, este mensaje positivo contrasta con las preocupaciones que surgen de la falta de un liderazgo claro y estable en la empresa. Los nombres que se habían mencionado como potenciales nuevos directores incluyen a figuras como Alejandro Narváez, Edmundo Lizarzaburu y Jorge Pesantes, entre otros. Curiosamente, Antonio Manosalva es el único que se mantiene de los directores que renunciaron en septiembre, lo que podría reflejar una resistencia al cambio en la estructura de liderazgo de la empresa. Sin embargo, la falta de un consenso definitivo sobre los nombres a proponer continúa generando inquietud. Erick García, exdirector general de hidrocarburos del Minem, ha manifestado su preocupación por la inestabilidad que implica la ausencia de un directorio activo en Petroperú. Según él, la falta de claridad en la gestión puede interpretarse como una falta de confianza por parte del mercado financiero, así como un obstáculo para abordar los problemas que enfrenta la compañía. García advierte que una dirección firme es esencial para la adecuada gestión de la deuda y para establecer una orientación comercial clara. Por su parte, César Gutiérrez, expresidente de Petroperú, subrayó que los retos de la estatal petrolera son de naturaleza financiera y comercial, lo que hace aún más necesaria la designación de un nuevo directorio. La demora en este proceso, según Gutiérrez, pone de manifiesto la falta de autoridad en los ministerios involucrados, sugiriendo que la decisión sobre el futuro de Petroperú no debería depender únicamente del Ejecutivo, sino ser resultado de un acuerdo en la Junta General de Accionistas. El proceso de selección de un nuevo directorio no solo es crítico para la gestión de Petroperú, sino que también tiene repercusiones en la percepción del Gobierno sobre su capacidad para manejar situaciones de crisis en empresas estatales. La incertidumbre actual podría afectar la inversión y la confianza en la empresa, factores que son vitales para su estabilidad y crecimiento a largo plazo. García también hizo hincapié en la necesidad de que el nuevo directorio tenga un mandato claro y esté respaldado por una estructura que garantice transparencia y credibilidad. Según su criterio, es fundamental que la gestión de Petroperú se reestructure para permitir una toma de decisiones más eficiente y profesional, lo que también incluye la revisión de la representación de los trabajadores en el directorio. La situación de Petroperú resalta la importancia de contar con un liderazgo sólido que pueda enfrentar los retos del sector energético en el país. A medida que el tiempo avanza y la empresa permanece sin un nuevo directorio, las expectativas de los accionistas y del público en general continúan creciendo, así como la presión sobre el Gobierno para que actúe con celeridad en la resolución de este asunto. El futuro de Petroperú depende, en gran medida, de la capacidad del Ejecutivo para reconducir esta situación y brindar el liderazgo que la empresa necesita para avanzar.