Venezuela multa a TikTok con 10 millones de dólares por contenido peligroso para jóvenes

Venezuela multa a TikTok con 10 millones de dólares por contenido peligroso para jóvenes

El chavismo ya bloqueó X en el país después de los duros intercambios de mensajes entre Nicolás Maduro y Elon Musk tras las elecciones presidenciales

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 30.12.2024

El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela ha emitido una sentencia que ha sorprendido tanto a usuarios como a expertos en el ámbito de las redes sociales. La magistrada Tania D’Amelio anunció una multa de 10 millones de dólares a la popular aplicación TikTok, con el fin de establecer un fondo en apoyo a las “víctimas de TikTok”. Esta medida, que establece condiciones estrictas para la operación de la plataforma en el país, ha generado un amplio debate sobre la regulación de las redes sociales y la responsabilidad de estas en la protección de los menores.


La decisión del tribunal se basa en la supuesta “negligencia” de TikTok al no implementar suficientes medidas para prevenir la difusión de contenido peligroso para los jóvenes, en un contexto donde se han reportado casos de intoxicaciones en estudiantes debido a retos virales. El reto conocido como “chroming”, que incita a los adolescentes a inhalar sustancias tóxicas, ha suscitado una fuerte preocupación en la sociedad venezolana, con casos que han dejado a más de 200 estudiantes afectados y tres fallecimientos.


El gobierno de Nicolás Maduro ha tomado una postura firme contra la plataforma, argumentando que es necesario regular el uso de las redes sociales para proteger a la juventud. De hecho, Maduro ha acusado a la “extrema derecha” de estar detrás de la promoción de estos retos peligrosos, señalando a TikTok como un vehículo para la difusión de contenidos nocivos. Este tipo de acusaciones se han vuelto comunes en el discurso oficial, donde las redes sociales son a menudo vistas como herramientas de desestabilización.


La presión sobre TikTok no es una cuestión aislada. En los últimos meses, el gobierno venezolano ha intensificado su censura digital, bloqueando cientos de dominios y limitando el acceso a plataformas que considera amenazantes para su narrativa. A medida que se acercaban las elecciones presidenciales, el chavismo utilizó estas plataformas para amplificar su propaganda, lo que ahora contrasta con su postura sobre la regulación de contenido.


La reciente sentencia exige que TikTok abra una oficina en Venezuela para poder continuar operando. Esta medida es similar a la impuesta a la plataforma X, antes conocida como Twitter, que también se vio obligada a establecer una sede en el país tras un conflicto con el gobierno. El enfoque en la regulación de las redes sociales refleja un esfuerzo más amplio de las autoridades para controlar la información y la comunicación en un contexto donde la disidencia se ha vuelto más vocal.


El impacto de esta decisión es significativo, ya que TikTok tiene aproximadamente 12 millones de cuentas activas en Venezuela, siendo la segunda plataforma más utilizada después de Facebook. La dependencia de los venezolanos de las redes sociales como fuente principal de información ha hecho que cualquier cambio en su funcionamiento tenga repercusiones directas en la comunicación y la difusión de información en el país.


La situación plantea preguntas sobre el balance entre la regulación necesaria para proteger a los menores y la libertad de expresión en un entorno digital. La creciente vigilancia y control sobre las plataformas digitales podría resultar en un mayor aislamiento informativo de la población, que ya enfrenta restricciones en el acceso a medios de comunicación independientes y diversidad de opiniones.


Los críticos de la medida argumentan que, en lugar de atacar a las plataformas, el gobierno debería enfocarse en la educación sobre el uso responsable de las redes sociales y en la promoción de contenidos seguros para los jóvenes. Sin embargo, la postura del gobierno parece más orientada a fortalecer su control sobre el discurso público y minimizar la crítica.


Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo Venezuela gestiona este asunto. La relación entre las plataformas digitales y los gobiernos se ha vuelto un tema crucial en el debate sobre derechos digitales y libertad de expresión, y el caso de TikTok podría sentar un precedente sobre cómo otros países abordan la regulación de estas herramientas en el futuro.


Con el cierre del año en el horizonte, la sentencia contra TikTok representa no solo un desafío para la plataforma, sino también un reflejo de las tensiones políticas y sociales que caracterizan a Venezuela en la actualidad. La respuesta de la compañía y su cumplimiento de las demandas del gobierno podrían cambiar el panorama digital del país y definir el futuro de la interacción entre usuarios y plataformas en un entorno cada vez más regulado.

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